🦋Cap.11: Un deber no tan reciente🦋

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Era una cálida tarde de mediados de primavera, el sol comenzaba a ocultarse lentamente tras las montañas, la brisa recorría los árboles agitando levemente sus verdes hojas recién teñidas, los pájaros hacían cada vez más tenue su canto, parando de tararear sus bellas melodías para comenzar a buscar sus nidos con el fin de descansar, guardando sus alas mientras la luz de la luna se hacía presente, disipando con su presencia los débiles rayos de sol que se desvanecen ante un nuevo anochecer.

Los ahora pilar de la flor y pilar de la bestia, una vez terminaron la misión que les correspondió respectivamente, recorrían un rocoso y largo camino, dirigiéndose a la mansión mariposa, en donde tanto Aoi como las niñas los esperaban con ansias, el lugar que los vio crecer como cazadores, no solo a ellos si no a cada uno de los compañeros que cayeron en batalla, aquellos que seguirán combatiendo, los que aún no se rindieron, y los que aún siguen vivos en la memoria y recuerdos de aquellos que aún tienen fuerzas para seguir.

Ya habían transcurrido bastantes meses desde la reagrupación del cuerpo de cazadores de demonios, un momento significativo en el cual decenas de corazones volvieron a darle una oportunidad a una vida llena de peligros, con la constante pregunta de si de verdad valía la pena arriesgar todo lo que para dichas almas era importante, pero con el sentimiento reconforte de saber que se está haciendo lo correcto, protegiendo a capa y espada a aquellos inocentes incapaces de defenderse por su cuenta, acompañado de la adrenalina e ilusión de derrotar al mal una vez más como la gran cofradía que siempre habían sido, mientras se honra la memoria de aquellos que perecieron luchando por los mismos ideales, y bajo el mismo sueño de algún día y permanentemente, obtener la victoria, sin importar lo que se sacrifique, cuanto se sufra, o lo mucho que tarde obtener tan ansiada fantasía.

Tal era el caso de la mayoría de asociados a esta, y como se esperaría, los hermanos Kocho no serían la excepción, la incertidumbre constante de no saber a qué clase de mal habrá que plantarle cara el día de mañana, o si siquiera se lograría vencerle, era un sentimiento desconcertante, extrañamente de igual manera, familiar y nostálgico. En realidad ninguno de los dos solía cuestionarse o siquiera pensar en aquel asunto, si fue una buena idea o no volver para sentir la presión constante que significa ser un cazador, aun peor, un pilar. Sin embargo, las cuestiones de conversación profundas suelen surgir de la nada una vez que la caminata de vuelta a la finca mariposa se vuelve interminable, el ambiente se va oscureciendo y se necesita un tema de conversación para olvidar el dolor físico que se hace presente posterior a una misión relativamente complicada.

-Puedo entender lo que sientes, Inosuke- menciono la mayor de ambos, empatizando con el contrario después de una lánguida conversación llena de quejas y acomplejamientos por parte del azabache. Claramente nada de lo que había dicho debía ser tomado en serio, ya que, todo lo que salía de su boca era bajo los efectos del enojo de no haber comido, sumado al hecho de que llevaban horas camino a su hogar -de vez en cuando tenemos la necesidad de rendirnos- continuo después de una pausa, la cual aprovecho para peinarle el cabello detrás de la oreja al joven jabalí -pero, ahora que estamos aquí, y tenemos de vuelta aquello que nos unió, y hasta hoy nos regala la oportunidad de recordar las experiencias vividas ¿no crees que fue la mejor opción haber vuelto?, ¿Inosuke?- le cuestiono esbozando una pequeña pero bella sonrisa en su rostro dirigida al menor -¿Tú qué opinas?

-Opino que de veras preferiría estar comiendo mochi de Sakura en la finca en lugar de llevar caminando desde hace cinco horas y no llevar ni la mitad del camino- contesto de manera algo grosera a lo que había sido un lindo intento de subirle los ánimos, ciertamente, no era su intensión faltarle el respeto a la mariposa de alas rosadas, en realidad, bajo su propio concepto, no lo había hecho, nunca se atrevería a vociferar el más mínimo de los insultos contra ella, por lo menos, no conscientemente, desde su punto de vista, el verdadero insulto se lo tenían que llevar tanto el camino, por ser, en sus propias palabras, tan "¡jodidamente largo!" como el patrón por ser "!un desconsiderado de mierda que no es capaz de mandar a alguien que está más cerca!".

🦋🌸🐗🦋Las Promesas De La Finca Mariposa🦋🐗🌸🦋Where stories live. Discover now