"¿Que tan lejos estarías dispuesto a llegar por cumplir una promesa?"
"Es la pérdida, aquello que nos motiva a ser mejores cada día. Son las promesas rotas, lo que nos impulsa a hacer realidad los deseos que no fueron cumplidos. Es el quebranto de l...
Nota: para más ambientación, busquen, Sweater weather de The Neighbourhood, y repítanla hasta el final del capítulo <3
Si no la encuentran, les dejo el link: https://www.youtube.com/watch?v=swaKxeArlWE&list=TLPQMTIxMjIwMjLK71J1UHeooA&index=3
Ahora sí, ¡Comencemos!
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Dicen por ahí que antes de la tormenta viene la calma. Puedo asegurar, por desgracia, que suele pasar todo lo contrario.
Era la cálida tarde de una víspera otoñal, ya habían transcurrido un par de semanas desde el comienzo de la estación, las aves ya habían dado fin a su migración, dejando atrás solo el sosegado sonido de la brisa y las cigarras, los arboles dejaban caer sus coloreadas hojas, en su totalidad marchitas y ásperas, trazando los valles de Japón en su totalidad con tonos anaranjados, cafés, caobas y rojizos, dando nada más que lugar a la paz la serenidad y la tranquilidad en cada rincón de aquella enorme y confortable mansión, sin dejar de lado el dulce olor al recién hecho mochi de Sakura, y el familiar aroma florar, en especial a camelias.
Era una tarde como cualquier otra, sin embargo, bastante especial Se encontraba en la cocina, deleitándose con la esencia que desprendía la comida recién hecha por la azabache de coletas, quien, a pesar de no demostrarlo, se encontraba tan encantada como ella.
Desde que las jóvenes mariposas se convirtieron en cazadoras de demonios, se había vuelto cada vez más complicado encontrar un momento en el cual, tanto ellas, como los pilares, estuviesen disponibles. No habían notado lo mucho que les alegraba los días el poder verse constantemente, ese tipo de pequeños gestos que a la larga sueles recordar, y te llenan de felicidad las mañanas desabridas y grises.
Por fortuna, tarde o temprano tendrían que encontrar una hora en la cual pudiesen verse la cara, así fuese poco: Y ese momento, sería ese mismo día. La responsabilidad de organizar todo, por consiguiente, recayó en las féminas, quienes, al estar constantemente en la estancia, no tendrían mayor problema, más allá de resultar un completo fastidio el tener que encargarse de cada tarea doméstica.
Bajo esa responsabilidad, llevaron a cabo la mejor de sus ideas, ¿Qué mejor que una cena en compañía para unir a la familia?, ¡Aún mejor!, ¡Al aire libre! De esa manera entretendrían sus ocupadas mentes en algo diferente a la lucha por la supervivencia humana contra las bestias de la noche, ¡Era perfecto! ¡No era su intención presumir!, Pero, ¡Que buenas ideas se les ocurrían!
Ya solo faltaba que las piezas claves para su ejecución llegarán, si sus cálculos eran correctos, como de costumbre, los cinco deberían llegar antes de que el reloj marcase las cuatro, ¡En menos de diez minutos estarían listos para partir!
Y bien fue dicho y hecho, no pasó mucho para que las jóvenes ingresarán estruendosamente en la estancia. Le pareció extremadamente peculiar que ninguna estuviese herida, en el poco tiempo que llevaban, siempre se hacían daño, y era el trabajo de la de trenzas, al ser la más cuidadosa, cargar a el otro par de irresponsables hasta llegar a la mansión, dónde se les daba el tratamiento debido. Era reconfortante ver qué las tareas se les dificultaban menos, a saber si se debía a qué las misiones se facilitaron, o simplemente se habían vuelto más fuertes, no obstante, ser conscientes que se encontraban en menos peligro era verdaderamente un alivio, tenían demasiados problemas como para estar siempre colgados del techo por su bienestar.
