"¿Que tan lejos estarías dispuesto a llegar por cumplir una promesa?"
"Es la pérdida, aquello que nos motiva a ser mejores cada día. Son las promesas rotas, lo que nos impulsa a hacer realidad los deseos que no fueron cumplidos. Es el quebranto de l...
Nota: para más ambientación, busquen, The nights de Avicii, y repítanla hasta el final del capítulo <3
Si no la encuentran, les dejo el link: https://www.youtube.com/watch?v=2S0QhGGO1gQ
Ahora sí, ¡Comencemos!
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El amanecer se había hecho presente, abriéndose paso entre las montañas desde hace ya bastantes horas. El sol corrió tan rápido como el tiempo, marcando una posición que señalaba la media tarde. Las pocas aves que aún permanecían después del comienzo del verano cantaban melodiosamente, formando el ambiente que tanto le hacía falta a la mansión. Los tonos rojizos anaranjados y terracota se hacían progresivamente más notorios, más usuales, más abrazadores, empañando la estancia con su color.
Si sus cálculos eran correctos, la selección final tuvo que haber terminado esa misma mañana, por lo que Sumi, Kiyo y Naho ya debían encontrarse, de alguna manera, cercanas a la mansión. Por lo menos, eso era lo que esperaba y ansiaba con todo su ser, que no les hubiese pasado nada era el único anhelo que su pequeño cuerpo podía albergar desde hace ya una semana. No le interesaba si se convertían o no en cazadoras, le interesaba que volvieran con vida: un sentimiento que lograba compartir con todos los residentes.
Si bien la reunión del día anterior había logrado apaciguar sus nervios, tal parecía que le había sido de mayor ayuda a los mayores que a ella misma. Prueba de ello: los pilares no tuvieron ningún problema con ir a recoger sus uniformes nuevos esa misma mañana, sin importar que fuesen conscientes de que ese mismo día las jóvenes mariposas estarían de vuelta. Era cierto que desde hace un par de misiones venían necesitando las mejoras en sus trajes, ¡pero no parecían dar el valor necesario a la situación!
Haciendo énfasis en eso. Verdaderamente se preguntaba cómo se verían los trajes nuevos. Sumi, Kiyo y Naho también necesitarían uno a partir de ahora, ¿no?, ¿Cómo lucirían? Suponía que se ajustasen a sus necesidades y capacidades, como siempre ha sido debido. ¡Le llenaba de emoción imaginarse tantas posibles combinaciones!, desde pequeña, su sueño siempre fue ser modista, ¡la composición de los trajes del cuerpo de cazadores de demonios le resultaba fascinante desde siempre!, probablemente si la circunstancia fuese otra, a eso hubiera dedicado su vida entera con mucho gusto, por ahora, ¡se conformaba con hacer trajes accesorios simples!, analizar el trabajo de verdaderos profesionales tampoco estaba mal, de hecho, era de su pleno agrado.
-¡¿¡Qué demonios!?!- y hablando de los reyes de Roma -¡¿¡Qué carajo es eso!?! – tal parece que los pilares habían regresado, esos gritos por parte de la de coletas, solo podían ser dirigidos hacia una sola persona: El pilar de la bestia.
Cerró la puerta del jardín, en el cual yacía, y se encamino hacia el vestíbulo, a paso lento y conciso. Las peleas eran un estado hasta excesivo, aunque para nada molesto. Mientras más se acercaba, más fuertes se hacían lo alaridos. -¿Y estas aberturas tan vulgares?, ¡explica esto!- no dejaba de exclamar con furor la ojiazul, en lo que parecía ser un ataque de ira espontaneo -¡Si te iban a obligar a usar esto mejor mandarte sin ropa!, ¡por si le querían hacer la tarea de comerte más fácil a los demonios!-
