XXII

9 1 0
                                    

Los demonios nunca me abandonan,
son los únicos que nunca me dejarían,
porque ríen quando gozan
de las mías imaginables desgracías.

Mi mente depresiva es una jaula
donde muchos intentaron ayudarme,
donde terminaron fallando
y otros se marcharon sin dar pelea.

La mía ánima ruega por ayuda,
pero no hay nadi que me socorra.
Mis demonios disfrutan mucho
quando algo malo ocurre por mi culpa.

Poemario III: la xóchil mustiaWhere stories live. Discover now