LV

4 1 0
                                    

Vida mía,
alegría que me pertenecía,
¿à dónde te has ido?,
¿por qué has desaparecido?

Veme aquí alma entristecida,
à tu diestra he estado
huyendo de tu siniestra,
siendo rodeada por la angustia
que suplicando está por tu ausencia.

Veme aquí de rodillas
veme hundida en agonía
viéndome y no hacías nada,
aunque sentías cómo sufría.

Mientras débil me encontraba,
tú juraste protegerme,
dime cómo es que has desaparecido
si tristura se encuentra dormida.

Tristura no se encuentra dormida
llora y no deja de hacerlo,
tantas veces que lo ha hecho
que siento que mi cor explotase en el pecho.

Si de mis mejores encuentros
el más destacable es el que más detesto
aquel cruento momento
en el que me perdí en este lecho.

Poemario III: la xóchil mustiaWhere stories live. Discover now