LII

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Cada vez que me veo al espejo
me produce miedo
quando que no sé quién soy.
El problema aquí soy yo
que nunca supe entenderme.

No sé donde estoy
ni dónde he estado.
Ya no me conozco,
ya no me quiero ni ver.

Mi reflejo se asusta al verme
gritándome que no soporta mi presencia,
haciendo su mirada à un lado,
susurrándome que ya no hay nada.

À veces temo perder la cabeza
quando me entero que valor ya no poseo.
Mataría por verme el ánima,
muero por ver de qué color es mi sangre.

Dime espejo, ¿la vida es triste ó el triste soy yo?
Sólo veo la felicidad de los otros
que presumen diciendo que yo feliz no puedo estar.

Ya mis sentidos no pueden más,
mi tristura cae una vez más en la locura,
quiero que alguien aunque sea por una vez
me escuche gritar.

Poemario III: la xóchil mustiaWhere stories live. Discover now