Canción sin nombre

La Primavera de este discípulo

 Luo Binghe se encontraba sentado en la casa de bambú, su pesado cuerpo haciendo ceder al colchón sobre el que reside, aun que no es solo su peso el que se encuentra presionando aquella cama de la casa de bambú del Pico Qing Jing.

 Luo Binghe no era alguien que se viera tosco y robusto por fuera, pero si uno se detiene a analizar su figura, podría encontrar músculos tallados por las batallas, músculos que aportar una gran parte de su peso y sumado a este se encuentra el peso de otra persona que juntos hacen rechinar aquella cama.

Sobre sus piernas, rodeando sus caderas abierto como una elegante flor, se encuentra Shen Qingqiu, sus mejillas espolvoreadas con un toque de rubor además de una mirada algo vidriosa, los labios semi abiertos y un pco rojos por el reciente beso y la ropa ya no conservar sus líneas claras, pues las caricias las han desordenado.

 Shen Qingqiu sabe lo que sigue y es por ello que se haya entre la línea del deseo por las caricias de Luo Binghe y el toque de vergüenza por sentir que este hombre debajo suyo lo deseaba de manera tan ferviente, exponerse de este modo, es como extender un jugoso plato de comida recién hecho ante un depredador que ha pasado semanas en inanición. Uno sabe que va a pasar pero no puede apartar la vista del momento con cierta expectación.

La caliente respiración de Luo Binghe se estrelló contra la blanca carne del cuello de Shen Qingqiu haciendo que este se estremezca ante la cercanía de sus cuerpos, antes de que un par de dientes se claven contra la tierna y elástica carne, una mordida tentativa, seguida de una mordida llena de necesidad que agrieto su carne, lo llevo a emitir un quejido por lo bajo.

Shen Qingqiu quería quejarse del mal trato, pero la oportunidad fue perdida cuando una lamida se apodero de la zona que acababa de ser lastimada, como si intentara disculparse por haberlo dañado, antes de seguir bajando

Luo Binghe se apodero de aquel par de las deliciosas clavículas que fueron reveladas producto de las caricias y movimientos, dejando marcas a su paso, deseando que aquellas muestras de su cariño jamás se borre y perduren en ese blanco lienzo teñido por su persona.

Shen Qingqiu solo pudo apretar la mandíbula para no emitir ningún sonido, mientras sus manos se clavaban en los hombros de Luo Binghe, negándose a abrir los ojos, pues la mirada de aquel depredador era demasiado intensa.

"Shizun"

"No...Binghe, no me llames... ah! Así no..."

Si Shen Qingqiu quería decir algo esto quedó perdido en medio de un gemido de placer, no solo su cuello estaba siendo apresado, sino ahora su cintura fue apretada para incitarlo a moverse, hacia adelante y hacia atrás, para que su parte baja puede restregarse contra el duro órgano de Luo Binghe que parecía haber cobrado vida propia, incluso a través de la tela Shen Qingqiu pudo sentir su calor y su gran tamaño, lo estaba rozando y colocándose en medio suyo, como si intentara invadirlo. Lo que es peor antes de que Shen Qingqiu pueda procesar esta información Luo Binghe empezó a dar estocadas que se sintieron profundas, aún si estaban aun ambos vestidos la fricción de la ropa fue suficiente para que Shen Qingqiu no pueda hablar correctamente.

"Bin... Binghe...ah! Es-espera"

Luo Binghe solo pudo reír mientras dejaba marcas a su paso mirando aquel rostro descompuesto de su Shizun, era ciertamente adorable, solo estaban comenzando y ya se encontraba sin aliento.

"Shizun, este discípulo desea verte desnudo"

La ronquera en la voz de Luo Binghe se filtro a través de todas y cada una de sus palabras, lamiendo sus labios se alejo para ver aquella obra sin dejar de mover su parte inferior, ahora las prendas de Shen Qingqiu rodaban sin reparo alguno, por los níveos hombros de este maestro, exponiendo un cuadro tanto sensual como rectado, pues las telas seguían unidas por el cinturón, negándose a revelar el cuerpo de aquella belleza.