38. Esta Bien

247 30 8
                                    

¿Es esto un sueño?

No, de hecho es una pesadilla

El cielo teñido en tonos rojizos, como si la sangre anunciara la tragedia de una figura elegante bañada en verde deslizándose hacia el abismo, el ruido sordo del edificio colapsando junto a él, ambos en pedazos, nada se puede reconstruir.

Y ahí esta él, Luo Binghe, intentando alcanzarlo, estira su mano, lucha contra los restos de polvo, fragmentos de tejas y madera rota. Ahora mismo no puede ver nada más que la figura la cual intenta alcanzar en medio del caos, necesita tomarlo en sus brazos, sostener a Shen Qingqiu y asegurarse que sigue ahí, para él, en esta vida continua a su lado, debe de hacerlo, de otro modo no tiene nada.

"Si lo sujeto estará bien"

"Si tomo su mano descubriré que aún está vivo"

"Todo va a estar bien"

"Shizun no está muerto"

''¿No puede morir de una forma tan absurda ¿O si?''

Si Shen Qingqiu muere, ¿Qué tipo de mundo es este entonces? Donde los villanos sobreviven y los justos perecen, no tiene sentido, es demasiado absurdo...demasiado

Sin embargo la esperanza es como una serpiente, te muerde sin previo aviso y clava los colmillos con veneno llenos de una amarga verdad.

El preciso momento en el que ambos cuerpos conectaron, cuando Luo Binghe logro tomar aquella mano antes que Liu Qingge. Quien sobre su espada voló a una velocidad sobre humana a pesar de sus heridas, pero de igual modo no pudo alcanzarlo.

Solo basto ese toque para que Luo Binghe descubra la amarga verdad, el cuerpo de Shen Qingqiu estaba frio, carente de vida, sin pulso, la flácida mano colgó en el agarre y no se aferro a él, pero Luo Binghe si se aferro a Shen Qingqiu, lo tomo en sus brazos antes de tocar el suelo, cuido este cuerpo como si la persona siguiera con vida, evitando que el polvo siquiera lo manche, envolviéndolo con su propio ser.

Después del gran estruendo vino una calma sorda.

Los maderos crujieron un poco más, pero aparte de ellos nadie más se atrevió ni a respirar.

La calamidad ha pasado, pero la tragedia sigue presente.

Los discípulos de la cumbre Qing Ding aún sin aliento, abusaron de sus propios pulmones para acercarse al medio de esta confusión

Liu Qingge ya estaba ahí, bajo de su espada y escupió algo de sangre antes de avanzar a paso calmado hasta la escena, dónde los escombros de un edificio y dos personas lo "esperaban".

—¡Shizun! — Grito Ming Fang con la voz rasgada, tenía las ropas sucias y algunas heridas superficiales, pero el dolor en su rostro no era por el daño físico.

—¡Shizun! — Detrás de él, Ning YingYing se abrió paso a través de los discípulos que inquietos miraban hacia adelante.

Luo Binghe apretó los labios mirando aquel rostro, delineó sus facciones con toques fantasma, la sangre no tardo en manchar cada parte de aquel inmortal, ahora con los ojos cerrados y sin respiración.

— Estas bien — logro balbucear Luo Binghe limpiando la sangre en un esfuerzo inutil por curarlo, porque no hay nada más que pueda hacer ahora salvo esto — Qingqiu estas bien, Lao Gong todo esta bien, si quieres dormir puedes hacerlo, cuidare de ti.

Mientras más hablaba su voz más parecía quebrarse, como una represa apunto de estallar, los sentimientos de acumularon detrás de olas de miedo, pero seguía aguantando, aunque no podría durar demasiado, las grietas ya son grandes y los miedos arremeten con más fuerza cada vez.

Canción sin nombreWhere stories live. Discover now