Canción sin nombre

21. La imagen de un inmortal, la imagen de una secta

No hubo celebraciones, ni fiestas, nadie se atrevió a emitir siquiera un aplauso, incluso parece que las paredes se negaban a respirar en este sórdido silencio donde las nubes han cubierto el cielo y el olor a sangre impregna cada esquina.

Una espina de pescado se atraganta en la garganta de todos los presentes, desde grandes maestros hasta el discípulo más pequeño, todos han perdido a alguien en la Garganta Jue Di.

Al levantar la vista, aquella tabla donde los nombres de grandes futuros héroes se alza, antes con gloria ahora con luto. Muchos de ellos han perecido enfrentándose a demonios y defendiendo a sus compañeros discípulos.

Realmente la palabra héroe se escribe con sangre.

En especial el primer nombre: Luo Binghe

Distintas cerraduras se deben de abrir con diferentes llaves.

Los problemas que afrontan los discípulos, no son los mismos que enfrentan los maestros, como tampoco lo son los de sus tíos marciales o hermanos marciales, cada problema debe de tratarse por separado, sin embargo ¿Cómo puede ser uno indiferente frente a un dolor tan evidente?

El gran maestro del Pico Qing Jing ha perdido a su querido discípulo, cayendo en un profundo coma después de no poder soportar más este dolor.

Después de un gran acontecimiento la calma se instaura, al menos alrededor de las principales sectas, donde el silencio es un común denominador, sin embargo no es así para todo el mundo, si el mundo de los inmortales esta en silencio, el mundo secular compensara el ruido que falta.

Lu Liu generalmente era austero pero de rostro sonriente, no cabe duda que hará amigos a donde fuera que fuera, aunque con una sonrisa tan alegre y una boca tan suelta, no cabe duda que un día de estos quedara relegado en algún rincón del mundo, la gente que sonríe suele traer desgracias sobre si mismos, en especial si padecen de un gran mal ''La autoconfianza''.

Así Lu Liu hizo fácilmente amigos por el camino, después de una buena pelea con algunos demonios menores, de unió a un grupo conformado por dos jóvenes, uno aventurero y el otro demasiado distraído como para ser notado. Todos ellos de sectas pequeñas, todos ellos formaron parte del grupo sobreviviente de Jue Di, porque tuvieron la suerte de ser protegidos por el mismo dios de la guerra Liu Qingge.

Las grandes almas tienen voluntades, las débiles solo deseos. Una vez que ha pasado una situación de vida o muerte, los débiles buscaran cumplir con sus deseos y los superiores seguirán con sus vidas.

''¡Lo escuchaste! Casi me quedo sordo con un grito tan potente'' - Comento aquel joven valiente, mientras se sentaban en una casa de vino, sus voces eran tan estridentes que captaron la atención de todos los presentes.

Hoy en día los chismes son una constante, poder escuchar un poco mas de aquí y de allá e interpretarlo a comodidad para exagerarlo en una charla de ebrios... No hay nada mejor en el mundo secular que hacer esto, por lo que en silencio miradas se dirigieron a estos jóvenes guerreros y oídos se pudieron alerta, aquí se viene una buena historia.

''¡Claro que lo escuche! ¿Quién no podría hacerlo? Incluso si estaríamos a 3 montañas de distancia podríamos escucharlo'' - Lu Liu sirvió un vaso para sus dos invitados y luego uno para si mismo mientras orgulloso de conocer aquel rumor se pavoneaba después de tomar de un solo trago aquella bebida para servirse más.

''¿Escuchar que?'' 

Sin duda alguna los mas jóvenes parecen ser los que menos saben, sin duda alguna esta persona era demasiado distraída para ser notada y su voz era muy baja y aguda, si el lugar no estaría en silencio, nadie se habría dado cuenta de su participación.