Capitulo 6

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Capitulo 6

      Sí. Estaban mal. Muy mal, pero se sentía tan bien. Khata jamás había sentido algo parecido y ahora, Baran le mostraba cosas nuevas para ella, cosas que no quería que acabarán.
¿Y después?
No quería pensar, solo quería sentir sus besos, sus caricias, sus manos en su cuerpo.
La besó, con una intensidad tan grande que no le cabía en el pecho. La besó con pasión, con desespero, pero con mucha precaución. De una manera en específica, una manera de calma. Esperando que ella avanzará, viendo hasta donde lo llevaba. Khata tiró de él para acercarlo a ella lo más que podía.  Le enredó las manos en el pelo y quedó anonadada con la sensación que eso le causaba. Su forma menuda estaba firmemente sobre el cuerpo alto y musculoso de Baran. Éste movió la mano para acariciar su mejilla en medio del eufórico beso.

—Esta mal. —dijo de pronto separando sus labios mientras juntaba su frente a la de él, Baran tomó su cuello con una caricia lenta, sus dedos la quemaban, la invitaban a seguir con eso que sabía no debía. —Baran. —soltó su nombre en un suspiro.

El hombre negó con lentitud. Se sentía tenso bajo ella. Sentía la forma que apretaba los músculos en señal de control.

Khata suspiró. No debía seguir con eso.

—¿Por qué? —preguntó él a milímetros de distancia.

La joven lo meditó. Demasiados contras, demasiados pecados, estaba más que mal. Aunque quisiera, aunque ignorara todo y a todos a su alrededor no podía ignorar el hecho superior. Un hecho que no se podía arrancar tan fácil.  Ante los ojos de todos eran hermanos y de eso no tenían escapatoria.
Puede que ellos no lo sintieran así, puede que nunca hayan logrado verse con esos ojos, pero sin embargo era la realidad. Compartían el mismo apellido, vivían en la misma casa, eran hermanos, y estaba mal. Demasiado mal, aunque se sintiera bien.

—Puede entrar alguien. —dijo con duda, no sabía que responderle.
No cuando él le causaba un sin fin de emociones dentro de ella.

—Nadie pasará. —dijo con calma. Pasó sus manos lentamente por sus piernas levemente, con cuidado. Un cuidado que dejó a Khata con la respiración agitada. 

—No temas, no haremos nada que tú no quieras. —pasó su nariz delicadamente por su cuello, oliendo su fragancia con esmero. —Me moría por hacer esto.

Khata negó con intención de bajarse pero no podía, simplemente su cuerpo no quería alejarse de él. Actuaba por su propia voluntad ignorando los pensamientos de su mente.

—Esta mal, y lo sabes. —Baran sonrió con suficiencia. —No te burles de mí, estoy hablado en serio.

Él negó. Negó con una risa mientras la abrazaba fuertemente.

—No me burló, solo te veo. —dejó un leve beso en su mejilla. —Eres muy bonita. Siempre me ha encanado verte. ¿Nunca lo habías notado?

¿Qué no había notado? Se preguntó. Pero no buscó respuesta ya que los labios de Baran la volvieron a tomar en su descuido, eso la dejó totalmente asombrada. Khata se recuperó de lo que me había ocurrido y no iba a desaprovechar la oportunidad, no sabía cuánto duraría eso, pero lo aprovecharía al máximo.

Tiró su cabello haciendo que Baran se diera cuenta que aceptaba más de él. La sonrisa que surgió en su rostro la dejó sin aliento pero pronto fue sustituida por un deseo intenso al momento de presionar su cuerpo más cerca de ella, cosa que la hizo estremecer. Se volvió a apoderar de su boca pero esta vez la abrazaba con sus manos en su cintura. Ella por su parte no podía apartar las manos de su cuerpo y ni siquiera sabía en qué momento le había empezado a desabrochar la camisa. Pero así era, la sacó de sus brazos con su ayuda y el quedó expuesto ante ella. Que bueno estaba pensó. Y él claro que lo sabía.

Khata ©Where stories live. Discover now