Capítulo 25

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Efectivamente falta editar. Cuando el capitulo diga editado en la parte de arriba les recomiendo releerlo ya que estará más profundizado. 🥰

Capítulo 25

La sonrisa no le cabía en el rostro mientras Bianca le hablaba sin parar de mil y un cosas, cosas que para nada estaba prestando atención. Solo era capaz de sonreír con los ojos brillantes y las mejillas sonrojadas. Recordaba su mañana al despertar y verlo a él abrazandola con fuerza. Sus brazos duweres, su espalda, sus labios sobre su cuello, y sin duda alguna esa había sido una de las mejores mañana.

—Khata. —su amiga tronó los dedos en su rostro un par de veces. —¿Estas escuchandome?

La recién mencionada asintió con rapidez sin saber en lo absoluto de lo que hablaba.

—Claro que sí.

—Estas en las nubes y aún no me dices donde estuviste estos días que faltaste. —le reprochó.

Khata en otra oportunidad se había tomado de muy mala manera el cuestinamiento, sin embargo ahora se sentía demasiado feliz para responderle de mala forma.

—Estas paranoica Bianca. —se dispuso a sacar su libreta sin borrar la sonrisa de su rostro.

—Que raro que hayas salido del pueblo al mismo tiempo que Baran.

Los ojos de Khata se abrieron con asombro y se dispuso a mirar ambos lados por si alguien había escuchado lo que su amiga había comentado.

—¿Qué cosas dices? —negó repetidas veces sin cambiar la expresión de su rostro.

—A mi no me engañas. —acercó su rostro hasta quedar a centímetros de Khata. —Yo sé perfectamente que la tensión que hay entre ustedes siempre ha sido algo más sexual que otra cosa.

La joven se apresuró a taparle la boca al escucharla decir tal cosa y con eso sólo obtuvo que su amiga soltara una carcajada sin poder evitarlo.

—¡Alguien podría escucharte Bianca deja de insinuar esas cosas! —su rostro se había vuelto rojo como un tomate en cuestión de segundos.

—Tengo razón en lo que veo y desde siempre lo he visto en ustedes. —cruzó los brazos en su pecho. —Lo que me molesta realmente es que no tengas la confianza para decírmelo.

Khata sintió como sus manos empezaron a sudar y el nerviosismo a consumirla. Si Bianca era capaz de presenciar tal cosa era más que obvio que las demás persona lo hacían igual y eso la ponía sumamente nerviosa.

—No se trata de confianza...

—¡Entonces si están juntos! —gritó emocionada.

—¡Callate! —le tapo la boca nuevamente con los nervios a mil.

Los demás estudiantes las miraron y como de costumbre comenzaron a murmurar cosas con el fin de molestarlas solo que esta vez estaban demasiado concentradas para responderles.

—Puedes confiar en mi Khata. —su amiga susurró sin contener la emoción en su rostro. —Aunque tengo que decir que es algo que yo sabía que pasaría en algún momento. Verlos pelear siempre era difícil de ver, pero porque estaba segura que era una forma de ocultar lo que en realidad sentían.

Khata negó con rapidez.

—Esta mal lo que estamos haciendo Bianca y debes jurar que no dirás nada a nadie, ni una sola palabra.

—Es obvio que no diré nada, no tienes ni que decirlo, pero estas totalmente equivocada cuando dices que estas mal. —respondió con clara muestra de indignación.

Khata ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora