Khata ©

Capitulo 18

Capitulo 18

En un minuto o menos a Khata se le empezaron a pasar cientas y cientas de preguntas sin respuestas que su hermana pudiera llegar hacer. La decisión que veía en el rostro de Acassia era innegable, tanto que la ponía sumamente nerviosa.

—¿De que verdad me estás hablando? —dijo con un tono de nerviosismo muy notorio.

La observó con cautela en el momento que se levantaba de la cama para caminar en su dirección.

—Sé que estás ocultando algo. —sus ojos azules trataban de trasmitir alguna clase de confianza que para nada estaba consiguiendo. —Y también sé como te siente con eso.

El rostro de Khata se transformó con una clara muestra de confusión ante el juego de palabras que había utilizado.

—No sé de qué estás hablando.

Las manos de su hermana le agarraron el rostro de una manera que jamás lo había hecho. Temblaba levemente, parecía preocupada o asustada. La verdad no sabía con exactitud el verdadero sentimiento.

—De Baran. —le susurró como quien no quería ser escuchada. Con algo de miedo en su voz. —Sé que Baran te ha hecho cosas, cosas malas y que tú no has podido hacer nada porque te sientes sola. —decía cada cosa con rapidez.

Al escucharla decir tal cosa Khata no pudo evitar sentir enojo con sus palabras. Estaba afirmando algo que para nada tenía sentido.

—Eso no es verdad. —dijo con voz decidida al momento que alejaba sus manos de ella con algo de brusquedad. —No sé que te hace pensar eso.

—¡Lo sé! —se apresuró a decir al ver el comportamiento de la joven. —Tú no lo ves porque aún estás muy chica pero Baran...

—¿Baran qué? —preguntó desafiante. —Baran nada Acassia, estás hablando sin ninguna coherencia.

Era cierto o bueno no, pero no entendía de dónde sacaba esa clase de cosas. Y la estaba molestando de gran manera.

—Khata. —habló con voz delicada pero sus ojos estaban inquietos. —Puedes confiar en mi. —sus ojos se cristalizaron, mientras que los de Khata se tornaban oscuros por el enojo. —Yo te quiero de verdad, prometí que te cuidaría y lo voy hacer. Confía en mi te voy a creer.

Khata apretó los puños al escucharla.

—¿Qué estas insinuando? —intentó no molestarse ante sus palabras pero ahí estaba, furiosa porque Acassia estuviera diciendo cosas desagradables contra Baran. —Es tú hermano del que estás hablando, no sé que estás pensando en su contra.

—¡Él te odia! —la tomó de los hombros fuertemente en un intento de hacerla entrar en razón. —¡No quiero que te haga daño!

Eso había sido la gota que derramó el vaso. Se enfureció, demasiado, una furia que jamás creyó sentir.

—¡Suéltame! —le gritó al separarse de ella. —¡Deja de decir eso! —apretó los puños. —Ya no somos unos niños y no sé que cosas te estás imaginando pero para de una vez por todas.

—¡Es la verdad! —las lágrimas salían de sus ojos y la joven no entendía porque se encontraba en ese estado. —Mi padre ya no está para cuidarte de él, es mi turno hacerlo.

Su propia hermana afirmaba con tal seguridad que Baran era una mala persona y eso afectaba a Khata  mucho más de lo que llegó a pensar.

—¡Escucha lo que dices! —seguia alzando la voz sin importar si alguien llegaba a escucharla. —Baran nunca me haría daño.

—¡No es cierto!

—¡Sí lo es! —el desespero mezclado con la rabia era sumamente notorio. —¡No te permito que hablas así de él!