Khata ©

Capitulo 12

Capitulo 12

La furia empezó a recorrer todo su cuerpo.
No. No lo permitiría, no permitiría que se burlará de ella como él quisiera. ¿Para eso la invitó a viajar con ella? ¿Hubieran ido los tres? No entendía nada pero estaba tan molesta que lo único que era capaz era de devolverle la mirada repleta de odio, y él se burlaba en su cara.

—¡¿Cómo les fue?! —una contenta Bárbara preguntó luego de dejar un beso en cada mejilla de ambos.

Khata solo los miraba detallando todo, se las iba a pagar, no sabía cómo, pero haría que lo pagara.
Y él que en un momento se había alejado de ellas para contestar el celular un segundo después de la pregunta, aprovechó, era su momento.

—¿Para eso querías que me fuera contigo? —le susurró al llegar a su lado segundos después, tenía mucha rabia una molestia tan grande que sabía que le duraría varios días. —Eres un mentiroso.

Una fuerte carcajada salió de los labios de Baran luego de bajar el celular para posar su atención en ella. No estaban tan lejos de las demás mujeres que volteraon a ver con cuiriosidad más no les importó llamar la atención.

—¿Yo mentiroso? —preguntó con sarcasmo. —Por eso no quisiste irte conmigo ¿Cierto? Para no dejar a tu noviecito Marcelo.

El comentario la había dejado en completa confusión.

—¿Qué dices? —preguntó con tono enojada.

—Lo que escuchaste, pero ¿Que diría él si se entera que te has besado conmigo? — susurró tan bajito que hasta a ella le costó escucharlo, ¿Era una amenaza? pues ella también podía jugar.

—¡Que bien! —habló fuerte llamando la atención nuevamente, más ninguna se atrevia acercarse. — Y ¿Que diría Rosio si le digo los mismo? Pobrecita ¿no crees? —se rió sin gracia alguna. —o ¿Tu mamá?

Baran apretó los puños con furia.

—Y si mejor voy y le parto la cara a Marcelo ¿Te parece? —soltó con brusquedad.

Ahí estaba el Baran que conocía tan bien, el mismo que sabía perfectamente que era capaz de cumplir su palabra.

—¡¿Qué te pasa Baran?! —lo empujó sin lograr moverlo de su sitio queriendo hacerlo entrar en razón. —¿Estás escuchando lo que dices?

Baran quiso acercarse a ella pero se detuvo al escuchar los pasos de su hermana acercándose.

—¿Ahora por qué pelean? —preguntó una calmada Acassia que llegaba a su lado con pequeños saltitos. Abrazó a su hermano cálidamente para luego posicionarse junto a su hermana pequeña.

—Por nada. —dijo Baran con signos de molestias en su voz. —Mejor comamos, tengo hambre.

Y sin más se alejó de ellas y no solo eso, muy consiente de que Khata observaba  tomó de la mano a Rosio con algo de brusquedad. Definitivamente la joven estaba loca si pensaba que entre ellos dos se había formado algo especial en los últimos días, definitivamente Khata estaba enloqueciendo si creía que podían tener algo de verdad, era imposible y él se lo había demostrado con ese acto. Pero eso no se quedaría así.

—¿Está todo bien Khata? —su hermana le preguntó con un poco de preocupación.

Khata asintió sin dejar de mirar como la parejita se iba con dirección a la cocina.

—¿Por qué le contaste a Bárbara que me gustaba alguien?

El rostro de Acassia fue un poema y bueno, al parecer, si fue cierto.

—Disculpa. —se apresuró a decir tomándola de las manos con delicadeza. —Estaba tan feliz que me hayas contado y simplemente estaba hablando con Baran por teléfono y no me di cuenta en qué momento mi madre estaba escuchando...