Nutria dominante

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Rasalas estaba disfrutando el cálido beso de Hermione, era lo que necesitaba en ese momento y, si fuera por ella, se quedaría todo el tiempo saboreando los suaves labios de su enamorada, saboreando ese delicioso sabor a fresas. Claro, tenía que ver alguien que arruinara ese momento.

Rasalas gruñó en medio del beso al escuchar una garganta aclararse, Hermione sonrió. Al separarse vieron a Harry entrar por el campo de hechizos protectores.

—¿Todo bien, Harry?—preguntó Hermione, que se acurrucaba un poco en el pecho de Rasalas.

—Todo bien—contestó el muchacho muy animado—. Más que bien de hecho.

Harry señaló atrás de él, Ron entraba al campo con su mochila al hombro, con la espada de Gryffindor en una mano y el Horrocrux destruido en la otra.

—Hola—saludó sonriendo tímidamente a Hermione.

Los grises ojos de Rasalas iban y venían viendo a Ron y a Hermione. Hermione miraba a Ron seriamente y poco a poco se fue separando de Rasalas y caminando hacia el. Por la cabeza de Black pasó lo que aquel Sirius había dicho pero...

—Eres—murmuró una enojada Hermione, quitándole bruscamente la mochila a Ron— un verdadero — le dio un empujón — ¡asno, Ron Weasley!

Hermione se agachó a coger un puño de hojas secas y se las arrojó a Ron, quien la miraba asustado. Rasalas llevó una mano a su boca ocultando su risa.

—¡oye!

—¡Te apareces después de semanas!—Hermione agarro la mochila y le dio un golpe con la misma—¡ y lo único que dices es Hola! ¡¿Hola?!— y empezó a pegarle con la mochila.

—¡Ay! ¡Ay! ¡Hermione! ¡Ya! ¡Ay mi brazo!

Rasalas y Harry no aguantaron mas y soltaron una risa, pero funcionó para que Hermione los mirara fulminante, su risa se les esfumo y temieron cuando caminaba hacia ellos dos.

—Mi varita—dijo hacía Harry—¡Harry Potter dame mi varita!

—No lo sé—el chico retrocedió asustado—. No la tengo.

Hermione miró a Rasalas, esta con miedo quiso retroceder pero su espalda topo con un árbol.

—¡¿Donde está mi varita?!

—¡¿Y-y yo que voy a saber?! ¡La tenía Harry!

—¿Por qué tiene tu varita?— preguntó Ron.

—¡No importa que tenga mi varita!—le espetó Hermione a Ron y por fin pudo ver lo que el pelirrojo tenía en sus manos—¿que es eso? ¿Lo destruyeron?

—Rasalas lo hizo en realidad—dijo Ron.

—Eso lo explica—murmuró para ella, dando una rápida mirada a Rasalas. —. Y ¿como es que tienen la espada de Gryffindor?

—Es una larga historia de hecho—respondió Harry.

—No en realidad—contradijo Rasalas.

Hermione miro a Rasalas y luego a Ron con el ceño fruncido.

—No creas que esto cambia nada—le espetó y empezo a caminar hacia Rasalas.

—Oh por supuesto que no, sólo destruimos un maldito Horrocrux ¿por qué cambiaría en algo?— Hermione se dio vuelta molesta —. Escucha: quise volver en cuanto me fui, pero no los encontraba.

—¿Cómo nos encontraste? —quiso saber Harry.

—Con esto. No sólo apaga luces— decía mientras sacaba el objeto que le había heredado Dumbledore—. No sé cómo funciona, pero en navidad estaba durmiendo en un Bar, ocultándome de los Carroñeros y... Y lo escuché.

𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐑𝐚𝐬𝐚𝐥𝐚𝐬 𝐌. 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 [#1] (𝐇. 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫) ✓Where stories live. Discover now