𝐄𝐥 𝐃𝐢𝐚𝐫𝐢𝐨 𝐃𝐞 𝐑𝐚𝐬𝐚𝐥𝐚𝐬 𝐌. 𝐁𝐥𝐚𝐜𝐤 [#1] (𝐇. 𝐆𝐫𝐚𝐧𝐠𝐞𝐫) ✓

Rasaweak

Contenido sexual
_________________________

Mansión Black, Gran Bretaña.
Verano de 1970.

Era media noche y todos los habitantes en la Mansión Black se encontraban en cama, descansando... O eso se creía.

—Esta libre— Susurró un Sirius de once años, que miraba con cautela en una esquina de los  pasillos de la mansión.

—¡Padres nos matarán si se enteran de esto!—chilló en susurro Regulus de nueve años, asustadizo por lo que hacía con sus hermanos.

—¡Shhh!—lo callaron sus dos hermanos mayores.

—Reggie, si sigues mencionando a padres, te prometo que me regreso a la cama—advirtió Rasalas y tiro de un mechón de cabello de su mellizo.

—¡Auch!—Regulus no se dejó y tiro de un mechón de su hermana.

Ambos mellizos empezaron una adorable pelea, tirándose mechones de su oscuro y rizado cabello. Sirius llevó una mano a su frente de golpe negando.

—¡Ya paren!—les gritó callado a sus hermanos. Los mellizos lo miraron, se miraron y siguieron tirándose del cabello. Sirius puso los ojos en blanco—¡Ash! Síganme mejor.

Los tres menores Black siguieron su camino por los pasillos y en silencio para que no los escucharán sus padres o abuelos. El plan que tenían era el siguiente: escapar de la mansión para ir al lago del bosque que habían descubierto en el día.

Tuvieron que tomar esa decisión, ya que sus padres les habían prohibido ir otra vez a ese lago que se encontraba muy retirado de la Mansión Black y muy adentrado al bosque. Al salir al patio los tres hermanos salieron corriendo hacia el bosque, Sirius iba adelante con una lámpara en manos y los mellizos los seguían pasándose la quaffle entre si. Los tres reían por su travesura.

—Es aquí—jadeó Sirius llegando al lago.

—Se vé mucho mejor en la noche—comentó Rasalas viendo asombrada el lago y sus dos hermanos asintieron.

El lago era enorme y brillaba, el cielo negro azulado y sus radiantes estrellas eran la causa. Los menores lo contemplaron sonriendo, el reflejo brillaba en sus grises ojos, era increíble.

—Y ¿¡Que estamos esperando!?—exclamó Rasalas a sus hermanos.

—¡El último es un sucio muggle!

Sirius rodó los ojos divertido por el comentario de Regulus, y los tres empezaron a quitarse sus batas, pantuflas y pijamas rápidamente hasta quedar los tres solo en boxers y Rasalas con una camiseta; corrieron hacia el lago dándose un fuerte chapuzón.

Esos eran los momentos dónde ls tres hermanos podían divertirse sin barreras.

Nadaban, se sumergían tirándose encima del otro, se pasan la quaffle y trataban de quitarla, se salpicaban agua y reían... Eran felices ellos tres en ese momento.

Momento que recordarían siempre.

Momento que extrañarían más adelante...

Al cansarse de tanto jugar, salieron del lago, se pusieron por encima las batas y se acostaron viendo las estrellas a buscar las constelaciones de sus nombres. Ver el cielo, era lo que siempre hacían cuando estaban juntos.

Expreso de Hogwarts.
Primer año 1972.

—... Y como les decía— Sirius hablaba con sus hermanos hermanos mientras buscaban un lugar libre para sentarse—, sería fantástico que terminarán en Gryffindor.