Jean intenta confesar su atracción hacia Olivia en una fiesta, pero por culpa del alcohol termina declarándose a su mejor amigo, Oliver.
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Cuando invitaron a Jean a la fiesta de una desconocida sabía que debía decir que sí, sobre todo porque ne...
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—Te dije que a ti te tocaba el primer subtema, el segundo es el mío —rechino lo dientes entre la molestia y me repito internamente que es solo un pequeño error y que no vale la pena molestarme con el idiota de mi compañero.
En verdad hago el intento por mantener la calma, por muy extraño que parezca, no soy hostil, ni maldigo ni mucho menos le digo las cosas que pasan por mi cabeza en este momento. Si hay algo que odio de la escuela además de los proyectos finales, son los trabajos en equipo, pero aquellos donde el profesor te asigna a tus compañeros al azar. Lo odio tanto. Sobre todo, cuando tu equipo está conformado por un grupo de irresponsables como el que me ha tocado.
Solo tenía que traerme parte de su información y aunque le doy un poco de mérito porque al menos copió y pegó algo de internet, todo ese "esfuerzo" me lo paso por el culo porque el idiota investigó sobre mi subtema, no el de él. ¿Qué tan difícil era hacer eso? No me molestaría tanto si hubiese sido una confusión, pero le envié al menos diez mensajes recordándole su maldito subtema porque sabía que algo como esto sucedería.
Tomo unos cuantos respiros, aprieto un par de veces la pelota antiestrés que Oliver me obsequió el domingo y mantengo una sonrisa forzada en mi rostro, conteniendo la molestia. He estado más estresado de lo usual por culpa del maldito descanso de dos semanas. Se supone que debería sentirme "relajado", pero al parecer el efecto es contrario para mí y el hecho de tener esta clase de compañeros en mi trabajo escolar no ayuda en nada a que me sienta mejor. Mis intentos por estar sereno se van al diablo al ver que mi compañero mantiene su vista en su celular, jugando. No me ha prestado ni la más mínima atención.
—Charlie, ¿me oíste? —insisto, sin dejar de presionar la pelota antiestrés.
Él festeja en su lugar cuando gana lo que sea que esté jugando. Puedo jurar que una de las venas de mi cuello está a nada de explotar del coraje. Carraspeo con fuerza para que recuerde que estoy aquí, acto seguido, Charlie alza sus ojos marrones hacia mí y me ve desinteresado.
«Por más tentador que suene, por favor no le lances la pelota a la cara. Por favor, por más molesto que estés no te desquites con él y no le lances la puta pelota a cualquier parte de su cuerpo, por fav...»
—Podemos cambiar de subtema, ya investigué el subtema tres —se encoge de hombros—, no es la gran cosa, no exageres.
Y vuelve a regresar su atención a su celular, ignorándome.
Okey, a la mierda el tratar de ser amable y no desquitarme con él.
—Tienes razón, no es la gran cosa. —Mantengo mi sonrisa y le arrebato el celular para que me vea. Él protesta, pero cambia su expresión desinteresada a una desconcertada al verme. Tengo las cejas fruncidas y aprieto tanto la mandíbula que un poco más y se mueve de su lugar—. Solo es un trabajo de equipo en donde yo he hecho todo porque ustedes son unos flojos de mierda que ni siquiera son capaces de investigar un puto subtema, ni siquiera pueden hacer eso —bufo—. Estoy haciendo el trabajo escrito cuando se supone que lo debemos hacer entre todos, les repartí los subtemas más fáciles, ¡hasta comencé a hacer las diapositivas! Pero ustedes no pueden ni hacer algo tan simple como investigar bien.
