20| Todas mis primeras veces

122K 8.7K 19.1K
                                    

Recuerdo que la primera vez que dormí en casa de Oliver hicimos una pijamada

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Recuerdo que la primera vez que dormí en casa de Oliver hicimos una pijamada.

Pasé la tarde con él y Olivia, pero se hizo de noche y la mamá de Oliver sugirió que podía quedarme a dormir si así lo quería. No era tan sencillo como lo planteaba, para empezar, nunca había dormido fuera de mi casa y convencer a mi mamá era todo un reto, no obstante, una llamada de la madre de Oliver a mi mamá y muchos lloriqueos de mi parte fueron justificaciones suficientes para que accediera.

Obviamente mi mamá me regañó al llegar a casa y me dijo que no quería que se volviese a repetir, que solo había aceptado porque no quería ser maleducada con la madre de Oliver, pero que para la próxima le dijera yo y con anticipación. En ese momento no me importaron los regaños, me había divertido tanto la noche anterior que sentí que podría enfrentarme contra el mismísimo Bowser, el villano del videojuego que jugué con Oliver toda la noche. Sentí que podía ir contra la marea misma. Estar con él desde ese entonces me hacía más valiente y más capaz. Algo que no ha cambiado mucho.

Hicimos muchos planes, como si nos hubieran dado varios días y no solo menos de 24 horas. Jugamos videojuegos, oímos la música desde su reproductor y vimos una película de Disney. Fue una de las mejores noches de mi vida. Estoy seguro de que cuando lo vi durmiendo a mi lado pensé «me gustaría siempre dormir aquí, con él».

Ahora mismo no lo creo tanto.

Despertar al lado del chico que te gusta con la misma magnitud con la que te saca de quicio debería ser un sueño, pero no cuando está asfixiándote con sus brazos.

Cuando me acosté luego de que me duché, él se durmió frente a mí, no tengo ni la menor idea de cómo pasé de estar cara a cara a que mi espalda tocara su pecho, tampoco sé cómo terminamos de esta manera, con Oliver aprisionándome la cintura a la vez que sus piernas se entrelazan con las mías. La forma en la que me abraza por detrás se siente como un «no te vayas», bueno, no es como si tuviera opción o como si quisiera irme a otro lado. Para alguien como yo, que siempre vivió creyendo que no pertenecía a ningún sitio porque tenía que abandonarlo todo apenas se mudara, esto se siente muy bien como para querer irse; siento que pertenezco aquí, entre sus brazos, con él.

No quiero alejarme. O al menos hace quince minutos no habría querido que me soltase, pero ahora es diferente porque hay un pequeño problema: quiero ir al baño. Quise levantarme, pero no me dejó, tiene el sueño bastante pesado. ¿Cómo es siquiera posible que tenga más fuerza estando dormido que estando despierto?

Ya repasé su habitación con la mirada por más de diez veces mientras esperaba a que se despertara, intenté dormir de nuevo pero no funcionó incluso cuando apliqué lo de "contar hasta cien" y ya pensé en todo lo que ha pasado estas últimas semanas y aun así Oliver no se despertó en todo este tiempo. No sé cómo puede seguir durmiendo, por toda la luz que se cuela en la cortina ya deben de ser más de las diez de la mañana, no importa que sea domingo, ¿quién se despierta pasadas las diez?

Una maldita confusiónWhere stories live. Discover now