08| ¿Esta es tu definición de diversión?

176K 14.6K 39.5K
                                    

En verano suelen suceder un montón de cosas: te vas de vacaciones a la playa con tu familia, consigues empleo de medio tiempo para ganar un poco de dinero antes de que las clases comiencen o simplemente te quedas en casa viendo un par de películas...

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

En verano suelen suceder un montón de cosas: te vas de vacaciones a la playa con tu familia, consigues empleo de medio tiempo para ganar un poco de dinero antes de que las clases comiencen o simplemente te quedas en casa viendo un par de películas mientras lamentas no haber salido.

O, si eres como yo, das tu primer beso.

Con un chico.

Específicamente con uno de tus mejores amigos.

Aunque ni siquiera podría catalogarlo como «beso». Fue algo tan corto y repentino que no puedo considerarlo de esa forma como tal. Fue un accidente, algo que se supone se había borrado de mi memoria por lo insignificante que fue. Algo que creía que ambos habíamos olvidado y dejado en el pasado.

Pero, al parecer, no fue así.

Cuando hablo de mi primer beso con las personas y amigos que lo preguntan siempre digo que fue con Lina, mi excompañera en secundaria, ambos teníamos catorce y se podría decir que fue una de las primeras chicas por las que comencé a sentir algo "romántico" —o lo que más se aproxima a ello—. Jamás digo que mi primer beso fue con Oliver precisamente porque nunca lo consideré de esa manera. Y tal vez porque no solo creía que los demás no querrían oír cómo tu primer beso fue con un chico siendo uno, sino porque yo tampoco quería admitirlo en público ni tampoco admitirlo conmigo mismo. Pese a que ahora me importa una mierda, a un chico de catorce años sí que le importaba, de hecho, el chico tenía miedo.

¿Qué tan asustado debía de estar como para fingir que mi primer beso no fue con un chico? Bastante, pero eso no importa ahora. Esos años en donde no entendía nada de mí ya pasaron.

Llevo mi mano hacia mis labios, justo donde Oliver acaba de darme un beso rápido, sucedió tan rápido que no pude ni reaccionar. Oliver me da una mirada de soslayo al notar que me quedo parado mientras que él ya ha dado un par de pasos. Me he puesto en blanco luego de que mencionara lo del beso. Me sorprende que aún lo recuerde después de tanto tiempo y me sorprende que saque el tema ahora cuando nunca lo ha hecho en todos estos años.

—Si no caminas el chico de la cafetería podría encontrarnos —advierte, haciéndome una señal con su mano para que me mueva.

Trago saliva y trato de no demostrar que me ha descolocado.

—¿Por qué lo recuerdas? —quiero saber y doy un paso hacia él. Él parpadea. Aprieto los labios, hay otra cosa que me interesa saber aún más—: ¿Por qué lo mencionas justo ahora?

—¿Porque nos va a agarrar del cabello y nos dará la golpiza de nuestra vida si es que la policía no lo hace primero? —responde creyendo que me refiero al asunto del chico de la cafetería.

Entorno los ojos y comienzo a caminar, pasando a su lado. Da igual que lo recuerde y da igual que lo haya mencionado luego de cinco años. Prefiero no hablar de eso y prefiero seguir fingiendo que nunca pasó así como lo he estado fingiendo todo este tiempo.

Una maldita confusiónWhere stories live. Discover now