Capítulo 2: Divorcio

12.8K 1.4K 213
                                    



Una vez fue guiado al baño por las pálidas doncellas, Lin Shaoran se deshizo de la ropa que llevaba puesta, una holgada túnica blanca y su ropa interior. Se enfrentó al enorme espejo adjunto a la estantería y observó su figura.

A diferencia de su cuerpo original, este era más pequeño, de aproximadamente un metro sesenta de altura. Observó su rostro afeminado y juvenil tomando nota de todo lo que veía; pestañas espesas que abanicaban sus redondos ojos claros, nariz aguileña, una boca pequeña de color rosa y cabello castaño con mechones dorados que se derramaba sobre sus hombros, si no viese su miembro en el reflejo, habría jurado que ahora era una mujer.

Una vez en la ducha comenzó a lavarse. El delicioso olor a coco del jabón líquido impregnó el aire y al hacer contacto con su piel, ésta se volvió más suave y perfumada. El agua tibia caía libremente por su cuerpo mientras pensaba en la actitud del señor de la casa, Mao Yongzheng. ¿A qué se refería cuando dijo que dejase de pretender? ¿Acaso el dueño anterior de este cuerpo y él no eran pareja? Por lo que escuchó de las doncellas, la noche anterior habían oído fuertes gritos provenientes de la habitación. No encontró ninguna marca o golpe sobre su piel, así que no fue una pelea. Y respecto al sexo...

Agarró un poco de gel entre sus dedos e introdujo un dedo entre las mejillas de su trasero con un poco de dificultad. La sensación fue un tanto molesta, pero no hubo dolor. Así que, según su experiencia, concluyó que no tuvieron sexo, por lo menos recientemente, su cavidad era demasiada estrecha y no parecía haber sido introducido nada. Si hubiese estado con semejante semental, el dolor de la primera o segunda vez lo mantendría tirado en la cama como un cadáver. Un cadáver muy feliz.

Terminó de bañarse y se vistió con la ropa nueva. Esta vez era una apretada túnica azul sujeta con un cinturón rojo y sobre ésta se puso una segunda toga verde abierta. Cuando acabó y salió del cuarto de baño se encontró con dos guardias que lo escoltaron en silencio hacia la habitación donde Mao Yongzheng lo esperaba.

—Siéntate. Quiero acabar con esto de una vez —dijo Mao Yongzheng nada más ver a Lin Shaoran atravesar la puerta. Cuando este tomó asiento frente al escritorio apuntó a los papeles sobre la mesa—. Ahí está, la villa Ho Qiu, la manutención que te prometí y las cinco tiendas de Ciudad B, son tuyas como querías. Ahora firma el documento, no tengo tiempo que perder contigo.

Lin Shaoran observó con atención el papel y leyó las letras en negrita que informaron que lo que sostenía era un certificado de divorcio. Frunció el ceño y deslizó el papel fuera de su campo de visión.

"¡Acabo de llegar aquí! ¿Ni siquiera he tenido la oportunidad de probarte y ya me estás echando? ¡Sueña!"

Al ver el claro rechazo de Lin Shaoran, Mao Yongzheng se sentó frente a él con molestia.

— ¿No te convence? ¿Qué otra cosa quieres? —dijo tecleando la superficie de la mesa mientras pellizcaba el puente de su nariz con los ojos cerrados sin notar el brillo de los ojos de Lin Shaoran. Este hombre realmente le daba dolores de cabeza.

—Si te lo pido. ¿Me lo darás? ¿Cualquier cosa?

Shaoran se acercó un poco más observando al atractivo hombre frente a él.

—Sí, sí. Lo que sea —dijo despreocupadamente. Una sonrisa pícara apareció en los labios del hombre más pequeño.

—Entonces te quiero a ti.

Los ojos de Mao Yongzheng se abrieron bajo un ceño fruncido y se encontró con los de Lin Shaoran que reflejaban una lujuria imposible de ocultar.

"¿A qué se refiere con quererme a mí?" Pensó sin dejar de mirar los ojos del castaño. No parecía estar molestándolo. De hecho, su mirada genuina hizo que la decisión inicial de Mao Yongzheng se sacudiese un poco.

¡Esposo, tu esposa necesita un castigo!Where stories live. Discover now