El centro comercial:

62 3 0
                                    

Todas estaban mudas, todas. Y eso me ponía nerviosa. Eran las tres de la tardé y James no tardaba en venir. Ya les había contado.

Y ellas no decían nada.

Digamos que sus caras eran buenas y llenas de asombro.

—¡Ahhhh!— gritó Amanda mantando el silencio— ¡Sales con James!

Ella me abrazo como si le hubiera contado que me casaria con Tom Holland. Le respondí el abrazo con la misma emoción.

—Estoy sin palabras— dijo Lorena— ¿Qué debo decirte?

—Tranquilas, solo salimos no somos novios— aclaré.

—Pero es algo que esta muy muy muy cerca de llegar a ser novios— cuestionó Emilia emocionada y saltando de alegría.

—Ella tiene razón— dijo Antonella.

—¡Wooah, Dove! ¡Me siento tan feliz por ti!— dijo Sabrina sonriendome.

—Todas nos sentimos así, pero eso si— me señalo Jenny—, si te hace daño queda muy advertido de que lo dejaré sin su día del padre en el futuro— reímos por el comentario de ella.

—Tranquilas— les traté de calmar. 

Sentí unas manos en mi cintura aferandose a mi suavemente y me ruborize al instante. Su voz nos opaco a todas.

—Hola— dijo James y me giré a verlo.

Me miró con una sonrisa y miré a las chicas roja como tomate.

—¡Hola!— dijeron todas riendo y mirandome a mi y a él.

¡Esto es bulling!

¿Han sufrido alguna vez, que sus amigas les hacen burlan de uno cuando su crush esta cerca?

Pues es exactamente eso, pero por diez.

—¿Nos vamos?— dijo Sabrina—. Ah... Dove, como James va también,¿por que no vas con él? ¿No te molesta James?

—Para nada— lo escuché decir.

Las chicas se fueron a sus autos y James y yo a el suyo. Me monté en el cópiloto y me sentí nerviosa cuando se montó él. 

James encendió el auto y suguió a las chicas para ir al centro comercial. Podía sentir sus ojos viendome de reojo cada vez que estabamos en una luz roja. Luego sentí su mano entrelazando sus dedos con los míos, lo mi miré y el me regalo una de sus sonrisas y el nerviosismo se me fue poco a poco. 

No hubo nesesidad de hablar, así que sus caricias y nuestras respiraciones fueron suficiente para calmar el ambiente. 

Al llegar, todos nos bajamos del auto y nos juntamos en un grupo.  Mi mirada estaba en el suelo. Me sentía verdaderamente nerviosa. Era mi primera vez saliendo con alguien: y también con alguien atractivo como James. 

Entramos al centro comercial y nos dirijimos a la primera tienda que ns llamo la atención. Una de ropa y maquillajes. Lorena fue rápido a donde estaban los zapatos, Sabrina y Antonella a la ropa oscura y grande, Jenny a los tacones y Emilia y Amanda se quedaron con nosotros. 

Miré a James quién tenía la mirada en su télefono.

—Puedes invitar a alguno de tus amigos si quieres, supongo que todo esto de compras de chicas te va a terminar mareando— me rió.

—Supongo que algunos amigos podrían venir, ¿no?

Asentí y hiso algo que me frenó el corazón: me tomo de la mano.

Esto nada lo podría arruinarse hoy.

///

Estabamos en nuestra tercera tienda, cuando vimos a los amigos de James acercarse a nosotras. Pero eso no fue lo que me sorprendió, lo que pasó fue que entre ellos estaba... Azael.

¡Joder! ¡Estabamos tan bien!

Miré a James inexpresiva, pero su cara era peor que la mía, claramente estaba igual de asombrado-enojado igual que yo. Era un máldito hecho. Nuestras manos aún seguían entrelazadas para cuándo el se separó de mi para saludar a sus amigos. Dejando a último a Dowland.

—¡Hey!— los saludo chocando puños y esas cosas de chicos.

Sentía la mirada de Azael en mi y me sentí incomoda. James volteo a verme y pudo ver que la presencia de Azael no me gustó para nada.

—Dowland, ¿tú que haces aquí?— preguntó James.

—Estaba con Alex y me ofreció venir a acompañarlo para acompañarte a ti— dijo Azael como si nada, señanlando al chico pálido de pelo negro con ojos negros iguales.

Ruedo los ojos y me doy la vuelta para no tener que presenciar su existencia cerca de mi. Pero James me tomo de la mano de nuevo antes de que pudiera irme.

—Chicos, ella es Dove Brigge, la chica con la que salgo— dijo James observandome y me ruborizo sin más.

Los chicos me miraron, eran cuatro contando al idiota de Azael quién miraba nuestras manos entrelazadas. Eran Diego, un chico rubio de ojos verdes, Carlos, un chico moreno de pelo rosado pálido —obviamente pintado— y para finalizar, pues Alex.

—Mucho gisto linda— dijo Diego y encarné una ceja.

—Diego, vamos no digas esas cosas, a Brigge no le gusta— dijo Azael mirandome con burla—, además a Addison no le gustará que llames "linda" a una chica que no es ella— puso su vista en Diego.

—Oh vamos, ella no es mi tipo— dijo Diego sin mirarme.

¿Debo sentirme halaga o ofendida por su comentario?

—Bueno, mucho gusto tambien y yo me tengo que ir ya, las chicas me esperan— les dije y me solté de la mano de James para entrar a la tienda nuevamente donde las chicas especialmente: Amanda y Emilia.

Luego de un rato, compraos en esa tienda unos zapatos y pantalones. Agradecida con el cielo y mi estúpido padre de que la tarjeta era algo ilimitada, una que mi madre me daba para mis antojos. Aunque el muy idiota no lo quería ni cerca, Landom y yo teníamos unas tarjetas que le mis mismo administraba, dandonos dinero a Lamdon y a mi. Digamos que tenía un trabajo que le proporcionaba bastante dinero y podía pagar la pensión de noostros dos.

Entramos a una tienda de zapatos Nike y los chicos nos acompañaron. James estaba a mi lado mientras veíamos unos zapatos muy lindo negros y blancos.

—Iré al baño, vuelvo ahora— dijo y seguido después que asentí con la cabeza, besó mi mejilla enrojeciendo mis mejillas—. Pareceras un tomate si sigues haciendo eso— dijo para después irse con una sonrisa.

Me reí de mi misma mientras observaba los otros zapatos.

—¿Al fin solos, eh?— dijo una voz detrás de mi: Azael—. Hacen una linda pareja, James y tú— me voltee hacía él enojada.

—Creo suponer que te dejé muy en claro de que no quiero que te me acerques, ¿no?— le respondí furiosa.

—¡Eh! ¡Tranquila!— dijo sonriendo burlonamente—. Solo viné a disculparme por ser un idiota contigo, solo eso.

Encarné una ceja.

—¿Se supone que debo creerte?

—¡Oh, vamos Brigge!— no sé si me gusta que me llamé por mi segundo nombre—. NI siquiera eres mi tipo. Te dejó el camino en paz con James, veo que te hace feliz— dijo reprimiendo una sonrisa.

Por alguna razón en mi ser, desafortunadamente, eso me dolió. Por que aunque este con James y lo que sienta por él es más fuerte que la estúpida atracción que siento por Azael, me dolió que dijera eso. 

Desvié mis ojos hacía el suelo. Y susurré para luego mirarlo a él.

—Si, supongo que nunca seríamos nuestro tipo ideal— mascullé riendo de mi misma mentira.

Él asintió con una sonrisa burlona y luego se fue de mi vista.

¿Argh! ¡Máldito playboy!
 

Autora: Dios les bendiga y Dios les ama, holaaa, ¿Cómo estan?

Especial 2/2

Player {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora