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Nuevo amanecer:

Mis ojos se abrieron lentamente, estaba débil y sentía que me habían pusto un suero y puse una mueca. A mi lado estaba mi mamá quién sonrió al verme, mis amigas al otro lado y un doctor a mi lado.

-Mmm- solté un gemido al tener la luz dandome lastimosamente en los ojos.

-¿Cómo te sientes, Dove?- dijo el doctor.

No recordaba como había llegado aquí ni como estaba tan débil.

-Bien, un poco débil, pero ¿qué paso? ¿cómo llegué aquí?

Mi mamá encarnó una ceja y aunque era doctora no sabía que pasaba conmigo: lo vi en su expresión. Ella le da miedo siempre atenderme, nunca entendí por qué.

-Llegaste con la presión alta, con el corazón acelerado y te desplomaste en mis brazos, ¿no lo recuerdas?- me dijo mi mamá.

-No- le dije-. Solo recuerdo dejar a James con su hermano por que estaba muy embrio y nada, además de eso, nada. No se ni como llegué a casa como dijiste- le dije encarnando una ceja.

-Señora Monson- Mi madre era Maritza Monson-. ¿Me puede acompañar afuera?

Ella asintió y ambos salieron. Mis amigas rápido se acercaron a mi.

-¿Estas bien, segura?- preguntó Emilia rápidamente.

-¡Sí!- dije sonriendo.

-¿Segura?- pregunto Lorena-, mira que tu hermano esta marca y marca.- dijo y sonó su teléfono y lo leyó-. Lore dime como esta mi hermana.- me enseño el mensaje.

-Dile que estoy bien, que aún me tiene que soportar unos años más- dije burlona.

Ellas rieron.

-Definitivo, estas bien, me alegro- dijo Jenny besando mi frente.

-¿Cómo es que estan todas aqui?- les pregunté.

-Tu mamá nos llamó para preguntarnos que había pasado, pero como nos fuimos antes que tú, no sabemos- dijo Sabrina.

-¿Seguro no recuerdas nada?- cuestionó Amanda y negué con la cabeza.

Nada... No había nada.

-Mmm- asintieron todas.

-Te trajimos una uda de ropa, a menos que quieras seguir con Gryffindor y hacer de Harry Potter- se burlo Lorena.

-¡Muy graciosa! Ya me cambio- dije y me pasaron la ropa.

Me levanté y me dirigí al baño para cambiarme.

Maritza:

-¿Qué pudo pasar?- pregunté con las manos en la cabeza sentada en las sillas de espera.

Logan me miró con una expresión triste.

-¿Dove sufre de ansiedad?- preguntó.

Hace años me hicieron esa misma pregunta, ella no padecía de eso, no lo padece. Y si le paso algo no lo sabremos por que no recuerda que paso.

-No, hace años fuimos a un psicólogo y nos dijo que no tiene ansiedad- dije un poco calmada.

-Pues creo que estos podrían ser indicios de ansiedad y la doy de alta, siento que lo que me dijiste que se le acelero el pulso y estaba con presión alta, Maritza, son uno de los indicios, deberias llevarla a un psicólogo de nuevo. Pero es normal que haya perdido la memoria, la recuperará en poco tiempo- me dijo poniendo una mano en mi espalda.

-¿Crees?- él asintió-. Supongo que la llevaré a un psicólogo de nuevo. Tuvo una infancia no muy linda que digamos- dije recordando a Arthur.

Y hablando del rey de Roma:

-¡Maritza!- dijo una voz conocida a mi lado.

Me levanté de las sillas y miré a Arthur quién venía cargando su chaqueta en su mano mientras corría agitado hacia nosotros.

-¿Cómo esta? Me presenté a tu casa pero Landom me dijo que no estabas, que estabas en el hospital con Dove... bueno, le tuve que sacar imformación- dijo pasandose los dedos por el cabello castaño.

Miré a Logan y él me dió una última mirada antes de perderse en los pasillos blancos. Más tarde tenía que filmar unos papeles para irme con Dove y sus amigas.

-Ella esta bien- dije sin mirarlo-. No te preocupes, te puedes ir- le dije fría.

Arthur puso sus manos en mis hombros y me estremecí:

-¿Qué te dijeron? Soy su padre- me cuestionó y quité sus manos de mis hombros.

-Te dije que esta bien- respondí-. No eres su padre, ella no te quiere así.

-¡Por favor Maritza!- dijo cansado.

Me senté en una de las sillas. Pensé en Dove, en que podía tener ansiedad y esos ataques podían seguir. Y tenía que llevarla a un psicólo de nuevo. Su infancia se baso en eso, psicólogos y frustraciones por culpa de su padre.

Me rendí y Arthur se sentó a mi lado. Me dió una mirada que me exigía que le dijiese.

-Puede que tenga ansiedad. Al parecer a sido un indicio de ansiedad, la tengo que llevar a un psicólogo y que le haga una evaluación. Llegó ayer de una fiesta con el corazón agitado y la presión alta, ha perdido la memoria de lo que paso, pero solo unos minutos antes de que llegará a casa- dije mirando el techo y pasandome los dedos por el cabello.

Arthur desvió la mirada hacia el suelo y suspiró. De reojo pude ver como se tensaba y mentalmente creo que se echaba la culpa. Si esto ha sido por un chico, Arthur tiene toda la culpa, absolutamente toda la culpa por lo que paso y... también mía, por perdonarlo antes de ese cumpleaños de Dove.

Mi niña...

-Es mi culpa, ¿no?- me preguntó sin mirarme.

Lo miré y entonces el volteo a verme a mi. Suspiré y negué con la cabeza.

-No, pero si ha sido por un chico, si, tienes toda la culpa- le dije y miré de nuevo al vacio.

Me levanté y caminé hasta la puerta. Sus ojos me siguieron y me detuve antes de abrir la puerta,

-Te mantendre informado, pero vete, no quiero que te vea- le dije y no me fui antes de que se fuera perdiendose en los pasillos cabizbajo.

Estaba arrepentido, muy arrepentido.

///

Dove:

Decir que no me esperaba ir a otro consultorio luego de años, se quedaba poco.

Estaba de día y mamá me dijo que era sábado. Me iba a llevar a un psicólogo por que piensan que tengo indicios de ansiedad y mamá no se iba a quedar con la duda. Nos estacionamos en la entrada que hace años no sabía que era, pero que ahora conocía muy bien.

Esa entrada de color crema, las flores alrededor, el interior frío, la secretaria que recordaba. Tambien a mi mamá nerviosa y su mirada seria al decirle a la secretaria que había sacado una cita ayer cuando salí del hospital. ¿Cómo saco una cita tan rápido? No sé.

Mi teléfono sonó y sonreí al ver el mensaje:

James: Todo saldrá bien, pequeño unicornio.

Le había contado lo que había pasado y seguía sin recordar nada de lo que mi mamá me dijo. Y ese mensaje fue lo único que me hiso alegrar mi día.

Autora: 

Marratón: 5/11.