Desastre: Fiesta de San Valentín (Prt:2)

29 3 1
                                    

El odioso tuvo que irse a su casa a para bañarse y vestirse, luego me recogería a mi. Mientras era hora de que me buscará, las chicas y yo quisimos hacer una videollamada grupal para ver que nos poniamos. Emilia y Amanda se pusieron un vestido negro, algo corto pero las hacía lucir espectacular, mientras Antonella y Sabrina optaron por algo más tradicional, un traje rojo y la otra unos jeans cortos con una camisa roja. Luego estaba Lorena que quiso ponerse un vestido blanco que le favorecia de pies a cabeza, también estaba Jenna quién decidio ponerse una camisa blanca con estampados (no infantiles) rojos y Jenny, iría de con un traje amarillo, la mayoría iba en trajes. 

Para finalizar, yo opte por ponerme un vestido florido rosa, este consistía en dos partes, un top y la falda que iban en separado. Me dejé el pelo planchado y vi que me estaba creciendo un poco, ya me llegaba a los hombros y para completar el dije que me dió Azael que hacia juego con el atuendo. Me maquillé natural mientras hablaba en la videollamada de la fiesta, de que iba a estar candente y muy sotidifcada. Me puse unos Convers blancos por que no quería cansarme con tacones y terminé lo que me faltaba.

—¡Esta fiesta va a estar fénomenal!—grito con entusiasmo, Jenna.

—¡Loca!—me burlé.

Ella me lanza una mirada asesina y me amenaza virtualmente con un zapato.

—Tienes suerte de no estar aquí por que si no te mandaba con mi tacon de doce centimentros—ruedo los ojos para molestarla y lo logró. Hizo un puchero quejandose.

—De acuerdo, perdón, estan hermosas todas, la vamos a pasar bien—me disculpé.

Jenna sonrió victoriosa y luego Amanda dijo:

—Estas radiante para Azael, Dove, ¿quién lo diría?—se burlo ella.

—¡Oh cállate! Mejor ocupate de...

Tocan a mi puerta. 

—...de ponerte tú radiante para Alex—terminó lo que iba a decir y me levantó para abrir la puerta. 

Es abuela.

—Tu novio esta esperandote abajo—me dijo ella con una sonrisa.

—No es mi novio—me apené. 

—Si se besan lo son—me dijo antes de desaparecer sin poder reclamar nada.

No lo eramos, aún no...

¡Bien, dejaré de pensar en eso!

Volví a la videollamada con las chicas y tomé el teléfono entre mis manos.

—Las tengo que dejar, ya vinieron por mi, ¡Chao!—me despido y cuelgo después que ellas se despiden.

Tomo mi cartera y mis cosas y bajo las escaleras para encontrarme con un muy guapo Azael. Trae una camisa roja con una chaqueta negra que resaltan, con unos jeand rotos negros y unos tenis que lo hacen lucir radiante. Su cabello esta como siempre y me ruborizó cuando veo que él también me estaba inspeccionando con la mirada. También vi que traía unas flores en su mano, margaritas . Mis favoritas.

—¡Wooah!—fue lo único que dijo.

Se acercó a mi y me entregó las flores sin dejar de despegar los ojos sobre mi. Luego se mordió levemente el labio inferior antes de decir:

—Estas hermosa Chocolatito, sin duda alguna—me dio una vuelta y beso mi frente.

¡Dios, como amo ese gesto!

—Tú también te vez bien—dije mirandolo de arriba a abajo.

—Son para ti—me entregó las margaritas y las olí. 

Player {1}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora