Solo deseo tus feromonas

Extra - Capítulo 78 - Mundo paralelo [Fin]

Tong Che se despertó. En el momento en que abrió los ojos, se encontró con el techo blanco como la nieve de la sala, y por un momento estuvo en trance, sin saber qué día era.

Se quedó con la mirada perdida en el techo durante dos minutos antes de que volvieran sus recuerdos de antes de caer en coma.

Se había escapado de casa, llevando su cuchillo.

Bebió cerveza en el lago, se diferenció y se cortó las venas.

Luego, no murió, como si alguien lo hubiera salvado.

Después de una breve caricia, Tong Che de repente levantó su mano izquierda y se la llevó a los ojos. Como era de esperar, había un círculo de gasa envuelto alrededor de su muñeca, como si acabara de ser reemplazado. Parecía muy nuevo y no sangraba.

Metió la mano en el bolsillo y, efectivamente, no había rastro del cuchillo.

Sabía que la persona que le había salvado se lo había llevado.

Tong Che echó los brazos hacia atrás y se incorporó.

Justo cuando se recostó en la cama, se abrió la puerta de la sala y entró una enfermera de cara redonda.

Cuando la enfermera lo vio sentado, se quedó obviamente atónita por un momento, y pronto apareció una sonrisa en su rostro: "¡Pequeño, estás despierto!".

Tong Che frunció los labios y replicó en voz baja: "Ya no soy un niño".

"A los trece años, solo te diferencias", la pequeña enfermera se acercó y sonrió, "¿Por qué no serías un niño?".

Tong Che dejó de hablar. Tras una pausa, no pudo evitar preguntar: "Me diferencié en un Omega, ¿verdad?".

Sabiendo que esto ya es un hecho seguro, Tong Che no puede decir cuál es la pequeña expectativa que todavía tiene en su corazón.

"Así es", respondió la pequeña enfermera, poniendo los ojos en blanco, "te has diferenciado en un lindo Omega".

Tong Che bajó los ojos. Sus pestañas temblaron y sus ojos perdieron su espíritu por un momento, pero la enfermera no lo notó.

"Espera un momento", dijo de nuevo la enfermera, "llamaré al médico para que te examine".

Tras decir esto, la enfermera se dio la vuelta y salió de la sala.

Pensando en algo, Tong Che llamó de repente: "Ah... hermana enfermera, me gustaría preguntar; ¿quién me envió aquí?".

La enfermera se detuvo, se dio la vuelta y describió brevemente: "Fue un chico Alfa, muy delgado y alto..."

Dicho esto, la enfermera hizo una pausa, sus mejillas se pusieron rojas, y luego continuó: "¡Se veía muy guapo!"

Tong Che fingió no ver el cambio de la enfermera. Frunció los labios y volvió a preguntar: "¿Cuánto tiempo estuve inconsciente?"

La pequeña enfermera inclinó la cabeza y calculó, y se acercó para comparar un número, "Tres días".

"Entonces..." Tong Che volvió a preguntar, con la voz aún más baja: "Entonces, ¿me ha visitado en los últimos tres días?".

La enfermera hizo una pausa, como si dudara, pero finalmente negó con la cabeza: "No ha vuelto a venir".

Parecía temer que Tong Che se entristeciera, y se apresuró a añadir: "¡Puede que esté demasiado ocupado y le haya surgido algo!".

Tong Che bajó la cabeza, dio una vaga respuesta y no volvió a hablar.

De hecho, no sabía por qué se preocupaba tanto, si esa persona venía a verlo.