A Perfect Mistake |+18| Draco Malfoy

Capítulo 31

A la mañana siguiente nada más despertarme fui a casa de Rosell, quería desearles la Feliz Navidad a ellos también.

Estaba desayunando con sus padres, porque ella aún estaba dormida, así que tocaba esperar. Para mi sus padres eran como mi segunda familia osea que no me resultaba incómoda la situación.

- ¿El señor Snape sigue siendo tan repelente?

- Eso es obvio.

- Ese hombre no va a cambiar nunca, está podrido hasta la medula- comentó también la madre de Rosell.

- También nos hemos enterado de que estas saliendo con el joven Malfoy.

Me atragante con la tortita y empecé a toser, así que le di un trago al vaso de leche que tenía justo en frente.

- Disculpad- me sonroje- Sí, es una relación reciente.

- El joven es muy guapo Tessa, de eso no cabe duda- me sonrió Lizzie - Espero que sea bueno.

- Si, lo es, no te preocupes - le devolví la sonrisa.

Por primera vez desde que que llegue estaba deseando que Rosell bajase de una maldita vez y dejase de dormir como oso en hibernación.

- Voy a ir a despertar a Rosell.

Aceptaron encantados, no les gustaba que ella durmiera hasta tan tarde. La verdad que en lo que a ella se refiere eran bastante estrictos.

Entre a la habitación y la vi acurrucada en sus innumerables mantas en un sueño de lo más profundo. Le desperté dándole guantazos en la cara, era la única forma de despertar a la osa polar.

- Tessa, te odio, te odio muchísimo.

- Hazme un hueco.

Se echó a un lado y me metí en la cama con ella, ambas mirando al techo, no hacía falta hablar para estar agusto, podíamos pasarnos las tardes con el móvil y sin mediar palabra y íbamos a estar tan cómodas la una con la otra.

- ¿Qué tal tu primer día sin Jason?

- No sabes lo triste que es despertarme y que no sea con su cabeza entre mis piernas.

- Dios Rosell, que cerda eres.

Nos echamos a reír como locas.

Echaba tanto de menos estos momentos con ella, como cuando no había preocupaciones de ningún tipo y éramos solo ella y yo.

- ¿Y tu sin el hurón?

- No le llames así- me reí - Bien, pero no he hablado con el desde que me fui.

- Estará ocupado creando su lista de maldades de este año.

Le di en el brazo riéndome y nos acurrucamos las dos de nuevo en la cama, haciendo la cucharita.

La puerta se abrió y apareció su madre regalándonos por estar metidas en la cama a estas horas, así que nos obligó a salir de la cama y colocar todas las cosas que se había traído Rosell, que no eran pocas.

- ¿Para que te has traído el libro de Pociones? Si todos sabemos que no vas a estudiar.

- Mientras quede sitio libre en la maleta se meten cosas, Tessa, parece mentira que no lo sepas.

Voltee los ojos riéndome y seguí ayudándole a colocar las cosas.

Horas más tarde volví a mi casa para pasar el rato con mis padres, hicimos dulces típicos de Navidad y supe lo feliz que era de poder estar ahí con ellos.

Cuando ya metimos los dulces al horno me subí a mi cuarto y decidí llamar a Draco.

Sonó unos tonos y me lo cogió la videollamada.