Capítulo 52

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El vuelvo que dio mi corazón fue increíble, todos me habían dicho que mi madre habia muerto, todos me habían mentido.

- Tu madre fue ocultada por el ministerio, ella misma lo pidió, sabía que mientras Tom pensara que seguía viva se le iba a hacer imposible cumplir su condena, por eso os separaron de él - estaba intentando asimilarlo todo - Tu madre sabe cada detalle de tu vida, nunca ha dejado de estar pendiente de ti.

- ¿Por qué no se ha puesto en contacto conmigo?      

- Era lo más seguro para ti, ella sabía que cuando descubrirás la verdad querrías estar junto a tu padre, le queda una semana de condena, en ese entonces os reunireis los tres...

- ¿Qué es lo que no me quieres decir, profesor?

- Tú padre al más mínimo error entraría otra vez en Azkaban, tu eres la única que puede hacer que eso no pase, el día que os reencontreis tu vas a ser la única capaz de calmar su ira.

- Dumbledore, gracias - le sonreí - sin ti nunca habría llegado a saber la verdad ¿Por qué me ayudaste?

- Porque yo conocí a tu padre de niño, era raro pero estaba lleno de poder, fue el dolor y la soledad lo que lo llevó a hacer lo que hizo, pero sabía que él podía llegar a amar, y una persona que es capaz de amar como él lo hace hacía a ti, no está perdida.

Seque mis lágrimas y abrace a Dumbledore, el siempre había sido un gran apoyo para mí, siempre me había ayudado con todo lo que estaba en su mano y mucho más.

- Te dije que tu futuro era grandioso, que tenías una razón para ser Slytherin.

- Soy descendiente de el fundador.

- Así es - me separe el él - Deberías de volver con tus amigos, señorita Riddle.

Asentí sonriendo y salí de su despacho, abajo de esperaba Draco y al verme se acerco preocupado.

- ¿Qué ha pasado?

- Cuando llegue el momento te lo podré decir - se puso serio - No puedo decírtelo aún, pero te prometo que serás el primero en saberlo.

- Bien ¿Quieres que vayamos a algún lado?

- Vamos a por una cerveza de mantequilla.

Asintió y pasando el brazo por mis hombros fuimos directos a Las tres escobas, estaba empezando a llover a si que corrimos hasta entrar, me senté en la mesa y el procedió a sentarse a mi lado.

Vino el camero.

- Dos cervezas de mantequilla, por favor.

Cuando se fue para irse Draco se giro hacia mí sonriendo y poniendo los dedos en mi mentón atrajo mis labios hasta los suyos para besarlos.

- Me encanta lo buena que eres, Delphi.

Vi que venía el camarero y le di las gracias cuando dejó las cervezas dedicándome este una cordial sonrisa. Me  gire a Draco y este seguía mirando mi ojos embodado.

- Me pones nerviosa cuando me miras así.

- Te quiero - besó mis labios y cogió su cerveza para darle un trago.

Escuche risas y muchos susurros procedentes de la mesa que teníamos al lado llena de estudiantes de la escuela, en su mayoría chicas, pude enterder enseguida a que venia tanto murmullo.

- Ni caso.

- ¿A cuantas te has follado de ahí?

- Delphi... - insistí con la mirada- Puede que a todas.

Mi boca se abrió en sorpresa y el parecía incomodo, sabía que wtos temas no le gustaba hablarlos conmigo pero te ia intriga, pensaba que me diría cuatro o cinco pero no a las diez chicas que había en la mesa.

- ¿Todas?

- Si, pero ninguna que se te parezca tan siquiera - me acomodó un mechón de pelo - Sabes que mi vida sexual es larga, muy larga, pero no me interesa ninguna de esa lista.

- Yo solo he estado contigo y con Matteo, dios en estas situaciones me da vergüenza ser tan inexperta.

- Te puedo jurar que ninguna de las de mi lista se asemeja a como haces que me corra o te desee.

- Lo dices para que no me sienta mal.

Se acercó a mi y metiendo su cabeza en mi cuello susurro a mi oído.

- ¿Estás segura de eso? - asentí - Solo con mirarte de me pone dura, Delphi, ahora mismo te cogería y te follaria aquí sobre la mesa.

Poniéndome roja aparte mi cabeza de él y le di un trago a la cerveza de mantequilla apartando mis ojos de su mirada. Por un lado odiaba el poder que tenía sobre mi, pero por el otro, me encantaba.

- Bueno ¿Cómo llevas lo de que tu padre salga la semana que viene?

- Muy bien, tengo ganas pero por otra parte me da miedo ¿Sabes?

- ¿Miedo de que? Si ayer cuando te miraba se notaba que eras lo que más quería en este mundo.

- Por eso mismo, no quiero decepcionarle, dice que soy todo lo que un día pensó pero solo me ha visto dos ratos, Draco ¿Y si cuando me conozca de verdad cree que soy una deshonra o me odia?

- No va a pensar eso, porque sabe lo maravillosa y especial que es su hija, pequeña - me acarició la mejilla con su dedo pulgar - Eres perfecta, en todos los sentidos.

- ¿Tú crees?

- No lo creo, lo sé - sonreía - Eres la única que ha conseguido captar mi atención, la única que se atrevía a plantarme cara y a la única que ha hecho que la ame.

Sonreí y bese sus labios a modo de agradecimiento, contenta y feliz de tenerlo apoyándome. Era todo lo que necesitaba ahora mismo.

Seguimos hablando de nuestras vidas hasta que dé repente tres chicas de la otra mesa se acercaron a la nuestra sonriendo y enrollando un mechon de pelo entre sus dedos. Patético.

- Malfoy.

- ¿Qué? - respondió seco.

- Podríamos quedar esta noche después de la cena.

- Dios, Jules, das mucha pena, llevo un puto mes rechazandote - dijo menospreciando a la chica - No me interesa ninguna otra chica que no sea mi novia, que para quien no lo sepa es ella así que hazte un favor y lárgate de mi vista.

- Pero te echo de menos.

- Te ha dicho que te largues, respetate un poco y hazle caso - le dije a la chica.

- No eres nadie para hablarme a mi.

Sonreí con suficiencia y mire a Draco, cogí su mentón y comencé a besarlo, me besaba y mordía mi labio, pero fue cuando cogió mi pierna y la puso encima de la suya cuando escuche numerosos quejidos y como se iban de allí.

- ¿Cómo puedes dejar esa huella a todas las putas chicas, Malfoy?

- Soy inolvidable, pequeña.

Dijo riendo y haciéndose el irresistible haciendome reír, aunque mentira no había dicho ninguna, eso era cierto.

A Perfect Mistake |+18| Draco Malfoy Kde žijí příběhy. Začni objevovat