Capítulo 42

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Y allí estaba, tumbada en la cama de Draco, en su casa y viendo la tele con él. «Quién diría que esto llegaría a pasar» Estábamos viendo una película de brujas y brujos inspirada en los fundadores de Hogwarts pero con un punto de comedia.

Y pensar que soy descendiente de Salazar Slytherin, era para reflexionar y sobre todo para mantenerlo en secreto hasta que viese a mi padre.

- Tessa - llamó mi atención - Tenemos la casa sola...

- ¿Qué te apetece hacer?

La sonrisa pícara que se formó en sus labios me dio la respuesta y cuando se rumbo encima de mí y comenzó a besarme el cuello lo que hizo que mi cuerpo de derritiera a su merced.

Pero había pensamientos que inundaban mi mente y quería hablar con él.

- Draco, tengo que hablar contigo.

- Luego.

- No, es importante.

Se levantó de encima de mí con un suspiro y se sentó apoyando su espalda en el cabecero de la cama. Yo me senté en dirección contraria a él.

- Antes de nada recuerda que estoy soltera - apretó la mandíbula - He estado con Matteo.

- ¿Te crees que no lo sé? En Hogwarts no pasa nada sin que yo me entere.

- ¿Sabías lo de Matteo y no me has dicho nada?

- Tessa, no me hace gracia, pero ni él ni ningún otro chico que pueda llegar a tenerte - se sinceró - Te quiero y estoy intentando cambiar para merecer tu amor, y si para ello tienes que salir con Matteo un tiempo hazlo.

-Draco... - dije conmovida - Eres el amor de mi vida, y te quiero, claro que te quiero.

- Sí, pero no me lo merezco, no aún - me cogió la cara entre sus manos - No quiero volver a a ver en tu cara una sola lágrima por mi culpa.

Sonreí con una mezcla de sensaciones, la mezcla era entre tristeza y felicidad. Me alegraba que quisiera cambiar esas actitudes tan tóxicas que lo destruyen a él y a todos los de su alrededor pero en parte me daba pena porque no quería que perdiera su esencia.

Draco era un chico muy especial a su manera y poco eramos los privilegiados a los que nos permitía verlo.

- Vas por muy buen camino, Draco.

- ¿De verdad lo crees?

- Sí, he notado un cambio en tí pero no sabía que lo estabas intentando.

Me empujó contra él y tumbe mi cabeza en su regazo, mientras el acariciaba mi pelo. Esa sensación no la cambió por nada en el mundo, era todo lo que necesitaba.

Me quedé dormida en esa posición y me desperté una hora más tarde en la habitación, pero él ya no estaba. Vi que dejó una sudadera suya encima de la cama junto a unos pantalones de chándal y me lo puse. La verdad es que en esta mansión hacia un frío de narices y si a eso le sumamos la gran tormenta que había fuera, era el escenario perfecto para una escena de terror.

Salí por la puerta para buscar a Draco, baje las escaleras y pude ver a un elfo doméstico que están limpiando la mismas.

- Perdona, señor ¿Sabe donde está Draco?

- En la biblioteca, siga el pasillo recto y la quinta puerta a la derecha.

- Muchas gracias.

- Perdone mi intromisión, mi señora - llamó mi atención en elfo doméstico - ¿Quién es usted? Su cara me resulta de lo más familiar.

A Perfect Mistake |+18| Draco Malfoy Where stories live. Discover now