Daré mi vida por ti [Nightkiller]

Capítulo 4: My Best Friend

Cuando el rey de las pesadillas se retiró del gran comedor el resto de los esqueletos que estaban allí decidieron retirarse para dejar a los dos castigados hacer su labor de reparar el comedor.

—¿Horror? —una voz le llamó al caníbal, y este al voltear pudo ver a su amado acercarse a él con algo de cautela.

—Farm, ¿estás bien? —preguntó preocupado acercándose a él y revisar cada centímetro de su cuerpo para confirmar que realmente no lo haya lastimado.

—Sí no te preocupes, vine a avisarte que como veo que probablemente estarás aquí durante un rato me iré adelantando a mi universo, no puedo esperar para contarle a Papyrus y a los demás acerca del bebé —sonrió enternecido. El día de hoy tanto Horror como Farm habían decidido que irían a visitar sus universos para avisarles a sus familiares y amigos de la gran noticia del embarazo.

—Hmmm, de hecho no te preocupes, ve a esperarme en la habitación que termino en un momento —Horror le guiño el ojo (o más bien la cuenca) a su pareja, cosa que él entendió y asintió para luego retirarse. El caníbal sonriendo volteo a ver a donde estaba Killer quien ya lo veía confundido por el comentario antes mencionado.

—¿No me dejarás solo para limpiarlo todo por mi cuenta, verdad?

—¿¡Qué!? ¡Por supuesto que no! —esto de cierta forma alivio a Killer un momento. —No te dejaré solo por eso, sino porque tengo un compromiso pendiente, así que si me disculpas mi chico me espera —y justo antes de que pudiera reprocharle este se había ido, inmediatamente se arrepintió de haberle creído.

—... Que joto eres —habló el de lágrimas carbón. Se volteó apretando sus puños con fuerza y comenzó a sentir como varias lágrimas salían por sus cuencas.

La rabia comenzó a hacerse presente en el cuerpo de Killer, haciendo que comenzara a limpiar todo con brusquedad, desquitando su enojo con su propio deber. Así continuó durante un buen rato hasta que sintió una presencia cercana, a lo que sin medir sus consecuencias rápidamente sacó su cuchillo y lo lanzó en dirección a quien fuera que pasaba por allí, a lo que para su desgracia el esqueleto que estaba en el comedor logró esquivar el cuchillo haciendo que este se clavara en la pared.

—... Seh, puedo notar que estas enojado —Dust se quedó mirando por un momento el cuchillo y luego dirigió su mirada a Killer, quien se acercó sólo para retirar su arma y volverla a guardar.

—El idiota de Horror se largó dejándome todo el trabajo, me las pagará cuando vuelva aquí —contestó con un tono claramente enojado.

—Hey tranquilo, ¿quieres que te ayude? Aprovecha que hoy me siento de buenas para darte una mano —Killer lo vio algo sorprendido y después sus lágrimas pararon de salir de sus cuencas.

—Gracias, ¿y puedo saber por qué estás de buenas? Usualmente sueles joder más el día de los demás —mientras Killer comenzaba a barrer el polvo del lugar Dust empezó a juntar las cosas rotas y a secar los líquidos derramados.

—Pues... Digamos que encontré una presa interesante —sonrió maliciosamente.

—Uy, no me digas que también te enamoraste.

—¿Qué puedo decir? Simplemente es tan... Inocente, pequeño, tierno... Tan ingenuo —todo lo decía con un tono claramente hipnotizado y lleno de sentimiento mientras que un ligero sonrojo púrpura aparecía en sus mejillas. —Quiero que sea mío, será mi dulce conejito.

—Wow, que gay —en ese momento Killer volteó su cabeza a un lado esquivando un pedazo de cristal que fue lanzado hacia él cayendo del otro lado, por lo que aún sin perder la calma fue y comenzó a barrer los trozos. —Aunque, me gustaría agradecerte por lo de hoy —Dust alzó una ceja y Killer volteo a verlo. —Conociéndote sé que cuando quieres algo lo obtienes y no con paciencia, así que si necesitas ayuda cuando quieras secuestrarlo aquí me tienes, no dudes en llamarme —El de lágrimas carbón sonrió y Dust también le devolvió la sonrisa.