4. ¡Que comience la fiesta!

1.1K 121 5
                                    


—Ustedes dos deben estar emocionados— dice mi mamá en un tono de voz alto, mirándonos a Katie y a mí por el espejo retrovisor.

Se siente como si hubiéramos estado conduciendo durante días, cuando en realidad solo han sido unas pocas horas.

Katie se quedó a dormir anoche para que pudiéramos partir temprano. Desde mi casa hasta el Pack Retreat en el norte del estado se tarda unas cuatro horas y media.

Son cuatro horas y media de mi vida que he tenido que pasar con mi madre actuando como una preadolescente atolondrada.

Cuatro horas y media que nunca recuperaré.

Fuera de la ventana todo lo que puedo ver es bosque. Los árboles pasan a toda velocidad mientras nos dirigimos hacia el festival.

—Lo estamos, señora Remus —dice Katie, dándome un codazo en el costado.

—Recuerdo mi primer festival—dice mamá—Encontré todo bastante abrumador en ese momento. Y yo tenía un terrible problema con las sanguijuelas. ¡Recuerdo que todos regresamos de una caminata y estaba cubierta de pequeñas cosas viscosas!

—¡Mamá, eso es asqueroso!

—Luego conocí a tu padre y él me enseñó a usar la sal para sacarmelas y, bueno, las cosas solo se pusieron más salvajes a partir de ahí…

—¡Doblemente asqueroso!—Mis padres siempre han estado completamente locos, son ñoños, y estan efusivamente enamorados.

Mamá en particular, nunca puede dejar pasar la oportunidad de avergonzarme.

—No seas tan mojigato—, dice, deslizando un brazo detrás del asiento y golpeandome en la rodilla—El festival es la oportunidad para que ustedes, niños, encuentren a su pareja en las mejores circunstancias. La luna azul de unos días se deshace de tanto lío. Todo ese olfateo y baile alrededor del otro. No hay necesidad de eso con la luna azul. Lo sabran de inmediato.

Pongo los ojos en blanco y vuelvo a mirar el bosque, deseando que pudiéramos regresar.

—Y quién sabe—continúa mamá—Puedes encontrar a tu pareja justo enfrente de tus narices...

Miro de reojo a su reflejo en el espejo ¡Y la atrapo! Esta mirandome, a mí y a Katie, sonriendo sugestivamente.

Siempre pensó que los dos podríamos terminar siendo compañeros. No es que me importe estar emparejado con Katie, ella es mi mejor amiga después de todo.

Pero nunca he pensado en ella en un sentido romántico.

Ha sido mi compañera de aventuras desde que éramos niños y mi aliada más feroz cuando era una adolescente anormal.
Pasamos tiempo increíble juntos y la amo, simplemente.... como a una hermana.

Por fin, mamá se da cuenta de mi mirada fija que le ruega que se detenga.

Ella se ríe y luego mira hacia el camino.

—¿Cómo le hizo sentir el Sr. Remus cuando se conocieron?— pregunta Katie.

¿Por qué la anima?

—¿Estás preguntando cómo supe que él era mi compañero?— pregunta mamá.

—Eh Si, Yo…—Katie tartamudea, sus pálidas mejillas se tornan rosadas—Supongo.

Mi mamá inclina la cabeza hacia un lado y piensa en la pregunta, moviendo los dedos en el volante.

—Bueno... es un casi como saltar en paracaídas, como si te estuvieras cayendo pero no te da miedo.

El Hijo Del AlfaWhere stories live. Discover now