El Hijo Del Alfa

33. A pesar de todo

—Eso es todo —digo—He terminado.

—Max, ¿estás seguro?— Katie pregunta por la línea telefónica.

Hundo mis pies en mi manta y presiono mi cabeza contra la pared de mi dormitorio

Puede que sea lunes, pero he logrado convencer a mis padres de que no me siento bien, así que me han dejado quedarme en casa y no ir a la escuela. La verdad es que no estoy enfermo pero tampoco estoy bien.

No he salido de mi habitación desde que llegué a casa ayer y, en este momento, no estoy seguro de si alguna vez volveré a querer hacerlo. Todo lo que quiero hacer es sentarme en mi cama y pretender que nada existe.

Le envié un mensaje de texto a Katie en este momento y me llamó lo antes posible. Ahora mismo está en un retrete cuando debería estar en biología.

—Sí. Estoy seguro. Jasper ha dejado bastante claro que no le importa, así que ¿por qué debería hacerlo a mí?

—Es tu compañero. ¿No vale la pena luchar por eso?

—Tú me conoces, Katie. ¿Desde cuándo me importan los compañeros?

Hay una larga pausa. Creo que escucho un sonido en el fondo.

—Bueno... desde que conociste a Jasper— dice Katie en voz baja.

Ella está en lo correcto. Los compañeros siempre me parecieron algo tan básico para enloquecer hasta que encontré el mío. Y ese sentimiento, el que tuvimos en el bosque esa noche, es difícil de olvidar, es difícil seguir adelante.

Sin embargo, si Jasper puede hacerlo tan fácilmente, yo también.

—No importa. Él va a elegir a alguien más. el no.. me quiere.

—¿Está seguro? ¿Y si su papá lo está obligando a hacerlo? Dijiste que el alfa era duro con él—me burlo.

Duro es un eufemismo. Bordear el abuso está más cerca de la verdad.

—Aún así, me estás pidiendo que luche por algo cuando él ya se ha rendido.

—Creo que vale la pena un último intento— dice Katie y luego hace una pausa, puedo oír vagamente una puerta abrirse.

—¿Estás ahí?

—Si, lo siento. Solo pensé que alguien estaba entrando. Todo lo que digo es que ya viste lo difícil que ha sido para mí con Todd y Simon. Estoy tan desesperada que ni siquiera puedo elegir con cuál de ellos quiero estar.

—Sí, vas a estarás en problemas cuando se enteren de que todavía los estás viendo a los dos.

—Lo sé, no me lo recuerdes. Pero ese no es el punto. El punto es que Jasper está en la misma situación, solo que tiene que elegir entre su pareja y la vida en la que nació. Estaría sacrificando todo. Suena difícil, ¿verdad?

—Tal vez—murmuro.

—Simplemente creo que si quieres algo, y sé que lo quieres, deberías luchar por ello.

—Simplemente no estoy seguro.

—Oh no, Max, tengo que irme…—escucho una voz adulta, ¿una maestra?, que le pregunta a Katie qué está haciendo y luego la línea se corta.

Gruño y tiro mi teléfono sobre la cama. Luego me deslizo de lado, hasta que estoy acostado con las rodillas pegadas al pecho. Incluso con las cortinas cerradas, no está lo suficientemente oscuro.

Quiero que el mundo desaparezca. Quiero hundirme en mi colchón y no volver a levantarme.

Katie puede tener razón. Tal vez Jasper esté en una situación complicada, pero..