El Hijo Del Alfa

18. Conociendo a mi compañero..

Jasper es mi compañero... No puedo creer lo que estoy pensando. Sigo dando vueltas a esas palabras en mi cabeza, como hacen esos tipos snobs con el vino, tratando de que tengan sentido.

Pero es... demasiado.

No solo está fuera de mi alcance, es prácticamente de la realeza y más sexy que Noah Centineo. Además, Jasper y yo no nos hemos llevado bien.

Y además es un chico. ¡Él es un... chico!

Sé que este tipo de cosas son perfectamente normales en el mundo humano. La mayoría de los niños humanos en mi escuela que son homosexuales o bisexuales ya han salido del armario y es genial.

Pero en la cultura de los lobos no es realmente una cosa. Así que nunca pensé que podría ser…

Pero debe serlo, porque aquí estoy, de pie frente a Jasper con un ritmo cardíaco que aterrorizaría a cualquier médico, y con la barriga llena de mariposas.

Nos miramos el uno al otro, ninguno de los dos esta dispuesto a moverse. Pero puedo sentirlo. Ahora hay una conexión entre nosotros como ondas de radio. Una corriente pulsante chisporroteando, manteniéndonos en nuestro lugar.

Una parte de mí quiere volver corriendo por donde vine y sumergirme debajo de un arbusto. Lo que sea que esto signifique, hará que nuestras vidas sean tremendamente complicadas.

Sin embargo, no importa lo desalentadora que sea la idea de ser la pareja de Jasper. Otra parte de mí, la parte más grande, quiere saber a dónde podría llevar esto.

Uno de mis pies avanza, deslizándose por el suelo. Jasper resopla y levanta la cabeza con cautela. Pero me estoy moviendo ahora, la cuerda que está atada alrededor de mi pecho me tira hacia adelante y me doy por vencido.

Doy un paso en dirección a Jasper. Apenas puedo respirar. Los nervios y el hormigueo hacen temblar todo mi cuerpo como una licuadora llena. Mi mandíbula está apretada y siento que en cualquier segundo podría explotar en mil millones de pedazos microscópicos.

Doy otro paso.

Jasper baja su hocico. El pelaje de su espalda está de punta, como el mohawk punk¹. Él también está temblando.

Doy otro paso y mientras lo hago, una brisa susurra a través del claro enviando una nube de su olor justo en mi dirección.

Golpea mi nariz como una almohada deliciosa y retrocedo. Las luces estallan y oscurecen mi visión.

No hay duda: ¡este chico me está arruinando!

Cuando me he recuperado doy otro paso. Estoy a menos de un pie de distancia de él ahora y todavía no se ha movido. Bajo mi hocico en señal de sumisión, para mostrarle que no soy una amenaza.

Para mi sorpresa, sus labios se curvan hacia atrás y gruñe. Es una advertencia, para mantener la distancia.

Pero somos compañeros. ¿No se supone que debemos estar uno encima del otro?

No es que de repente me agrade Jasper como persona, pero si él se siente como yo, no sé cómo se está resistiendo. Bajo mi cabeza aún más y sus gruñidos se detienen.

Así es, amigo. No te voy a lastimar.

Los ojos esmeralda de Jasper no parpadean. Me está mirando como si fuera una amenaza, lo cual es gracioso considerando lo mucho más grande que es.

Me acerco un poco más hasta que nuestras caras están una al lado de la otra.
Todos mis instintos me dicen que empuje mi cara contra su cuello y me entierre en su pelaje.