El Hijo Del Alfa

35. La elección de Jasper

Golpeo la puerta de la cocina detrás de mí.¡¿Que le pasa a el?! No, ¿qué me pasa? Debería haber sabido mejor. Debería haber sabido que él...

Apoyo la espalda en la puerta y golpeo la cabeza contra la madera gris. La cocina está vacía, gracias a Dios. Necesito un lugar para procesar lo que acaba de suceder.

Las encimeras de granito negro brillan como si fueran nuevas. La última vez que estuve aquí estaba con Jasper y su hermana pequeña comiendo un sándwich, los mostradores estaban cubiertos de queso cheddar. Entonces pudimos hablar. Fue casi amistoso. Hasta que intervino su padre. Y entonces algo se rompió.

Pero no me importa lo duro que sea su padre y no me importa lo dura que sea su vida. Nada le da una excusa para lastimar a la gente.

Extiendo mis dedos y presiono mis manos contra la superficie fría detrás de mí. Todos los lobos que son alguien están en esta fiesta apestosa, así que necesito calmarme.

Debería encontrar a Katie y decirle que tenemos que irnos. Por la forma en que Todd y Simon la miraban, estoy seguro de que estará feliz por tener un plan de escape. Eso es lo que voy a hacer.

Que se joda Jasper, que elija otra pareja. ¡Y a la mierda con los compañeros!

Sabía que toda esta mierda del apareamiento era más problemática de lo que valía. Suspiro y me paso una mano por la cara.

—¿Noche difícil?—¿Quien dijo eso?

Escaneo la habitación de nuevo. Podría haber jurado que no había nadie aquí. Eleanor está en una esquina, bebiendo algo y asomando la cabeza.

Dios, ¿Todos estan invitados a esta tonta fiesta?

—¿Qué estás haciendo aquí?—pregunto.

—Te lo dije, mi papá trabaja para el alfa— dice Eleanor—Siempre estamos invitados. Parece que te lo estás pasando bien.

¿Fue ese un sarcasmo del comité del anuario?

Me acerco frente a ella.

—Digamos que esta no es mi noche.

—Dímelo a mi—se burla.

—Espera un minuto, ¿por qué estás aquí y no afuera?—Eleanor suspira y por primera vez noto como sus ojos están inyectados de sangre—¿Has... has estado llorando?

Sus ojos se disparan hacia arriba, encontrándose con los míos. Ella me mira por un segundo y luego mira el teléfono en sus manos.

—Es tan injusto—dice ella—Algunas personas lo tienen tan fácil.

Obsesivamente, gira el teléfono una y otra vez. Sus manos están temblando
—Algunas personas incluso pueden elegir con quién se emparejan.

—Eleanor, ¿qué está pasando? ¿Quieres hablar de eso?.

—¿Por qué tiene que ser mi responsabilidad encontrar a alguien? Por qué yo…

—¿Estás bien?

—Estoy bien, Max— dice bruscamente.

Ella me mira por otro segundo, su labio se contrae, pero luego se ablanda.

—Simplemente me avergoncé mucho a mí misma.

—Conozco el sentimiento—me inclino hacia abajo en mi asiento—¿Qué hiciste?

Tal vez no debería entrometerme, pero Eleanor es bastante vergonzosa, no puedo imaginar lo que podría haber hecho para que se sintiera así.