19. La pelea

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No hay forma de que pueda dormir. No con el coro de lobos aullando fuera de mi ventana. Realmente no me di cuenta hasta que traté de acostarme, pero el bosque está realmente vivo con la llamada de apareamiento de unos cientos de campistas cachondos.

Me doy la vuelta tratando de quitarme la imagen del lobo de Jasper de la cabeza. La mirada en sus ojos antes de que desapareciera está grabada a fuego en mi cerebro. Sé que tuve que volver al campamento con Katie. Pero,

¿Por qué simplemente se escapó? ¿Por qué no podía ponerme las patas de encima? Uf, ¿es eso lo que quiero?

Golpeo mi cabeza contra la almohada. Me siento pesado y agotado, pero también cabreado. Todavía siento hormigueo en mis extremidades.

Con un suspiro tiro mis piernas sobre el borde de la litera y salgo para ver si Katie está teniendo el mismo problema.

—¡Katie!— susurro cuando llego fuera de su cabaña.

—¿Max?—ella responde, adormilada. Mientras, asoma la cabeza por la puerta de la cabaña.

—¿Puedes dormir?—pregunto.

— Para nada.

Caminamos hasta la orilla del río. Todavía está oscuro afuera, aunque hay un toque malva alrededor de los bordes del cielo. Pronto será de mañana. Katie y yo realmente no hemos hablado todavía.

Estaba demasiado conmocionada para hablar en el camino de regreso y yo... bueno, no sé si alguna vez estaré listo para confesarme.

—¿Quieres decirme qué pasó ahí afuera—pregunto.—Esta bien, todavía estás demasiado asustada. Parecía bastante aterrador.

—En realidad, tengo miedo—dice Katie—Pero no en la forma en que piensas.

—¿Qué quieres decir? Parecías bastante aterrorizada.

—Sí, esque me preocupaba que se hicieran daño.

—Espera, ¿estabas preocupada de que esos lobos se hicieran daño... el uno al ¿otro?.

—Exactamente, sabía que no me harían daño porque... —una sonrisa se dibuja en el rostro de Katie—...porque son mis compañeros.

—¡¿QUÉ?!—miro a Katie con la boca abierta— Está bien, cuéntame toda la historia. Ahora.

—Todo sucedió muy rápido. Acababa de cambiar cuando aparecieron estos dos lobos e instantáneamente me sorprendió lo increíble que olían ambos, fue como si supiera al instante que eran mis compañeros.

Siento una pequeña punzada en el pecho sabiendo exactamente sobre qué está hablando.

—Pero, ¿qué quieres decir con los dos?

—Realmente no puedo explicarlo. No pensé que fuera posible. Seguía preguntándome si mi conexión con uno de ellos estaba nublando mis sentidos o algo así, haciéndome pensar que sentía lo mismo por los dos, pero... —Katie mira hacia el agua, con una mirada melancólica familiar en su rostro, pero también algo más, algo nuevo, una especie de satisfacción que no había visto antes.

—Tenían dos aromas muy distintos y ambos me hicieron sentir de la misma manera.

—Wow, ¿entonces tienes dos compañeros?—sacudo la cabeza con asombro.

He oído que esto sucede. Un lobo con dos compañeros. Pero es increíblemente raro. Me tengo que reír porque Katie siempre ha estado tan loca por encontrar a su compañero y ahora tiene dos!

¡Vamos chica!

—Pero, ¿por qué cambiaste de nuevo?

—Bueno, cuando se dieron cuenta de lo que estaba pasando comenzaron a volverse territoriales y a pelear. Pensé que si retrocedía podría disuadirlos. Fue entonces cuando apareciste con Jasper. Por cierto, nunca me dijiste por qué estaban juntos.

El Hijo Del AlfaWhere stories live. Discover now