38. Solo llámalo (Part-2)

1K 96 24
                                    


¡¿Por qué esta casa es tan grande?!

Llego a su puerta, encorvado y sin aliento.

—¡Max!—  grita Jodie emocionada y corre hacia mí.

Me agarra por la cintura y me abraza con fuerza.

—¡Estoy tan contenta de que estés bien!

Después de un segundo de vacilación, le devuelvo el abrazo. Aparentemente, somos los mejores amigos ahora, lo cual está bien para mí.

—Me alegra verte también—digo.

Miro dentro de la habitación de Jasper, con la esperanza de encontrarlo mirando mi interacción con Jodie, sonriendo. Pero en cambio mi corazón se hunde.

Jasper no está aquí.

—Oye, amigo—dice Aisha.

Está sentada en la cama de Jasper con una pila de cartas Uno frente a ella.

—¿Qué estás haciendo aquí? —pregunto, apartando a Jodie y dirigiéndome en el interior.

—Vine a visitar a Jasper y a este pequeño monstruo. Quería asegurarme de que todos estuvieran bien después de todo...— pronuncia las palabras,

—Que mentirosa, estamos bien— interviene Jodie—Mi papá se lastimó, pero Max lo salvó.

Levanto las manos en señal de rendición.

—Vaya, no hice tanto.

—Jasper dice que condujiste el bote y lo ayudaste a detener a esa chica loca.

—¿Él dijo eso?—pregunto.

—¡UH Huh!

—Eres un verdadero héroe— dice Aisha, sonriéndome.

—Bueno, entonces tú también— le digo—¡Llegaste para salvarnos el trasero como la guardia costera!

Jodie salta de nuevo en la cama y Aisha toma mi mano.

—Es realmente agradable verte—dice ella.

—Yo también, y ¿Cómo va todo?— le pregunto a Aisha, mientras Jodie toma sus cartas y comienza a reorganizarlas.

—Bien—dice ella—Los ensayos están en pleno apogeo, aunque mi tobillo izquierdo está un poco dolorido por la patada de esos tipos.

—Al menos ahora están encerrados, ¿verdad?.

—Amen por eso.

—¿Y Troy? ¿Cómo está?

—No puedes mantenerlo callado por mucho tiempo— ella lanza su cabello sobre su hombro casualmente.—Ha vuelto a su estado normal, charlando sobre química biomolecular o biomas.

—¿Sigues haciendo ramen?—pregunto, recordando lo deliciosa comida del novio de Aisha.

—Siempre—ella sonríe e inclina la cabeza, mirándome de reojo—Pero no somos nosotros los que viniste a visitar, ¿verdad?

Meto las manos en los bolsillos, repentinamente tímida.
—No es que no sea una sorpresa feliz— digo.—Pero esperaba hablar con Jasper

—Lo sabia—Aisha me guiña un ojo—Está en la playa.

—Eso es raro. Sabía que yo vendría.

—Melissa le dijo que te habían llamado a la oficina de su papá y él…

—Él se asustó, ¿no?—levanta un índice y un pulgar con un espacio entre ellos del tamaño de un grano de arroz.

—Un poco.

El Hijo Del AlfaWhere stories live. Discover now