𝐓𝐚𝐤𝐞 𝐎𝐧 𝐌𝐞 - {𝙽𝚘𝙼𝚒𝚗}

16. Hasta que sea aburrido

Taylor Swift - Gold Rush

Había momentos en la vida de Jaemin donde prefería fingir ser perfecto.

Sabía que las personas le señalaban con el dedo y eso le divertía, le hacía sentirse poderoso, como si fuese una clase de hechicero que embruja con la melodía de su voz. Tenía estilistas que le acomodaban el cabello, la ropa y el maquillaje, tenía otras personas que le compraban el café de la mañana y siempre estaban preparadas para salir corriendo en caso de que Jaemin necesitase comer antes de un rodaje... era un muñeco tan plastificado como Barbie, exhibido en una vitrina, con las piernas estiradas y la sonrisa petrificada en el rostro.

El día de hoy, sentía que el cristal de la vitrina se había roto, que su rostro se había derretido y que todos podrían ver que, en realidad, no era más que un humano con un pedazo de carne como corazón, justo como el resto.

Entonces, se dio cuenta de que él mismo había estado hechizado.

Y la magia se rompió.

Su hermana presionó contra su cuello los cubitos de hielo que había envuelto en un viejo paño de cocina. No había querido mirarse al espejo, pero una vez salió del baño después de ser obligado a ducharse, Jaemin observó en el reflejo del espejo empañado todas esas diminutas marcas rojizas que se repartían por su piel. También observó que una de sus cejas estaba cortada y un arañazo se encontraba instalado en su mejilla. No recordaba cómo se había hecho esas últimas cosas. Pero odiaba recordar como habían llegado allí esas marcas.

-¿La policía será discreta en cuanto a esto?- preguntó Sunny, yendo y viniendo por la sala de estar del lujoso pent-house. Jaemin la miró desde el sofá, pero ella estaba demasiado concentrada en hacerle preguntas al hombre de cabello gris que era uno de los abogados de la empresa. -Una cosa como esta debe de ser tomado con pinzas.

-Vamos, te acompañaré a tu cuarto- dijo Jisoo en su oído.

Jaemin no le prestó atención. Quería oírlo todo.

-Están viendo las cámaras de vigilancia y con la declaración de Jaemin podrán encontrar al atacante antes de-

-¿Antes de que filtre lo que tiene y arruine mi carrera? - masculló, la sonrisa mortífera puesta en sus labios como una corona que anunciaba sus terrores. -Encuéntrale y págale lo que sea, ¿no es eso lo que siempre hacemos?

-¡Jaemin!- exclamó Jisoo- ¡Ese tipo intentó abusar de ti!

Oh, por supuesto que él sabía eso, después de todo, había estado en la escena del crimen. Por otro lado, su hermana no tenía idea de como funcionaba esta industria, ella no sabía cuánto de su alma tenía ya el diablo en su poder. Si él le decía que esto no era nada, que en realidad él había sido uno de los afortunados por entrar en este mundo de colores brillantes y no ser intoxicados con ellos, si él llegaba a revelarle los monstruos que se escondían debajo de los reflectores y las cámaras, entonces ella se lo llevaría de regreso al mundo de colores grises.

Él no sabía qué sería peor.

Apagar las estrellas o pagar el costo de brillar.

De eso se trataba la vida de un artista.

-¿Estás seguro de lo que viste?- preguntó Sunny. Jaemin nunca la había visto morderse las cutículas hasta el día de hoy.

Asintió, su mirada yendo a la del abogado.

-Intenta que ese bastardo no vuelva a acercárseme.

El timbre que anunciaba un nuevo invitado resonó en el espacioso lugar. Jaemin bajó los pies del sofá, su hermana fue quién se levantó.