03 | tropezar con un tocador

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Hetty estaba borracha.

Después de que la cena saliera mal de una manera increíblemente típica de los Shelby, Hetty había hecho todo lo posible y se las arregó para emborracharse por completo. Era eso, o recordar la noche en la que todo lo que quería hacer era olvidar.

En su octavo trago, o lo que ella pensó que era su octavo trago, tropezó y se habría caído si no fuera por el chico que la agarró por el brazo y le impidió chocar contra el suelo de una manera dolorosa.

—Gracias —dijo Hetty, apartándose el pelo de la cara y sonriéndole al extraño una vez que recuperó el equilibrio—. Me acabas de salvar la vida.

—No estoy seguro de eso —respondió el extraño—. Quizás te ayudé un poco.

—Estoy bien por mi cuenta —dijo Hetty, extendiendo las manos y sonriendo—. Mira, estoy bien.

—¿Y qué pasa si digo que no te creo? —preguntó el chico.

—Entonces eres un mentiroso —respondió Hetty, extendiendo su mano—. Soy Hetty.

—Harry —respondió el chico, estrechando la mano de Hetty—. Es un placer conocerte.

—Lo mismo digo —dijo Hetty, sonrojándose cuando Harry besó su mano.

—¿Te gustaría bailar? —preguntó Harry, sosteniendo la mano de Hetty.

Hetty asintió—. Me encantaría. Eres el primero que me invita a bailar en toda la noche.

—Sería un crimen no hacerlo —dijo Harry, guiñándole un ojo sutilmente.

Hetty se sonrojó de nuevo, permitiendo que Harry la llevara a la pista de baile y la tomara de la cintura. Mientras bailaban al ritmo de la música, ella le sonrió. Harry era guapo, tenía una mandíbula fuerte y cincelada, los ojos verdes más impresionantes que Hetty había visto, y una sonrisa que podía derretir los corazones de todas.

El alcohol en el sistema de Hetty había debilitado su capacidad para pensar, y aparentemente eso también había afectado su capacidad para moverse. Cuando la canción llego a su fin y la nota final quedó flotando en el aire, Hetty tropezó de nuevo y se habría caido si no fuera por los reflejos de Harry.

—Cuidado —dijo Harry en voz baja—. ¿Quieres ir a sentarte?

—Sí —dijo Hetty.

Harry pasó su brazo alrededor de su cintura mientras cruzaban la pista de baile y condujo a Hetty hacia las escaleras. Hetty señaló el segundo piso y Harry miró hacia arriba antes de volver a mirarla—. ¿Quieres subir?

—Sí —respondió Hetty, sin ver el escalón mientras intentaba ascenderlo.

Harry se rió, levantando a Hetty en sus brazos mientras subía las escaleras. Una vez en el segundo piso, volvió a dejar a Hetty en el suelo, ella le tomó la mano y se tambaleó por el pasillo hacia la habitación que le habían designado. El único problema era que no sabía cuál era la suya porque todas parecían iguales.

—No sé cuál es la mía —admitió Hetty riendo—. Es... alguna de estas.

Mientras decía eso, perdió el agarre de la mano de Harry y tropezó con un tocador. Se las arregló para no caer de cara, pero no se pudo decir lo mismo del jarrón que volcó y rodó por el borde de la cómoda, golpeando el suelo y rompiéndose en pedazos.

—Mierda.

Se abrió una puerta y apareció Michael, inmediatamente sus ojos se posaron en Hetty, quien estaba en el suelo. Automáticamente asumió lo peor cuando vio al chico de pie junto a ella, y cuando ella hizo una mueca después de posar la mano en un fragmento del jarrón roto, Michael se apresuró a intervenir.

THE KIDS AREN'T ALRIGHT | Michael Gray ¹حيث تعيش القصص. اكتشف الآن