25 | los sueños de michael

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Michael soñó con Hetty.

Ella apareció ante él en un vestido más hermoso que cualquier otro que Michael hubiera visto. Una tela suave de color celeste, adornada con perlas y encajes y un lazo de raso alrededor de su cintura. Su pelo brillaba, colgando en ondas alrededor de sus hombros. Parecía un ángel, y Michael no quería apartar los ojos de ella.

Regresaste dijo Michael mientras Hetty le tomaba la mano.

¿Qué quieres decir? preguntó Hetty—. Nunca me fui.

Pero lo hiciste dijo Michael, tomando su mano. Te amaba y me dejaste.

Regresé dijo Hetty, tomando la mano de Michael entre las suyas. Regresé, estoy aquí. Pero debes hacer algo por mí.

Michael no podía decirle que no. Su voz era música para sus oídos después de tanto tiempo intentando recordar cómo sonaba. Cuando se fue, Michael estaba desconsolado, especialmente cuando fue liberado de prisión y descubrió que Hetty los había abandonado a todos en la oscuridad de la noche, regresando a Londres.Verla, incluso en un sueño, era más de lo que podía pedir.

Cualquier cosa susurró Michael.

Y luego Hetty estaba llorando, lágrimas silenciosas corrían por sus mejillas. Sucedió tan de repente, en un momento estaba sonriendo, y al siguiente llorando. Hetty le agarró la mano con fuerza y Michael sintió de repente un dolor en el pecho. Miró hacia abajo, y cuatro manchas de sangre aparecían en su camiseta, extendiéndose a medida que el dolor comenzaba a crecer.

Despierta, Michael dijo Hetty, con un tono de urgencia en su voz. Por favor, despierta. No puedo hacer esto sin ti. Despierta, Michael. ¡Despierta!





Hetty nunca se apartó de su cama, y de alguna manera logró convencer a las enfermeras de que la dejaran quedarse más allá del horario de visita. Aún así, asumió que le permitieron romper las reglas debido a su asociación con la familia Shelby, y no dudó en usar eso para su ventaja.

Tommy se acercó a ella después de ver a John y antes de que comenzara la reunión familiar. Se sentó en una silla, enfrentándola, y ella finalmente soltó la mano de Michael para mirar al hombre que le causó tanto dolor.

—¿Estás aquí para quedarte? —preguntó Tommy.

Hetty se encogió de hombros—. Depende, ¿volverás a meter a todos en prisión?

Tommy se rió secamente—. No.

—Me quedaré —dijo Hetty—. Pero no por ti ni por un estúpido acuerdo que lleva tres años de retraso. No, Tommy. Estoy aquí por Michael.

—¿Entonces lo amas? —preguntó Tommy.

Hetty miró al chico dormido y suspiró—. No lo sé, Tommy. Todo lo que sé es que me lastimaste mucho, y después de tanto tiempo intentando hacernos amigos, lo alejaste. Por eso me fui.

—Lo siento —dijo Tommy—. Sé que no significa mucho, pero lo siento.

Hetty se cruzó de brazos—. Está bien. Pero ya no soy tu prisionera, Tommy. Regresé por voluntad propia. Me fui por voluntad propia. Y seguiré actuando por voluntad propia hasta el día en que siga a John a la tumba, ¿entendido?

—¿Qué te pasó? —preguntó Tommy—. Eras tan tímida y callada el año pasado, y ahora eres todo lo contrario.

—Me hiciste fuerte cuando me rompiste el corazón en millónes de pedazos, Tommy —respondió Hetty, levantándose y acercándose a la ventana—. Pensé que Michael estaría muerto. Durante todo un año, lo lloré como si estuviera muerto, pero nadie pensó en decirme la verdad. Puede que no fueramos amigos al principio, Tommy, pero ahora lo somos. Somos más que amigos, ¿puedes entender por qué me fui?

—Sí, puedo —dijo Tommy—. Debería haberte advertido sobre mi plan.

Hetty se volvió hacia él con lágrimas en los ojos—. Sí, tienes razón.

Tommy se puso de pie—. No más secretos entre nosotros, ¿de acuerdo?

Hetty asintió—. No más secretos.

Tommy le tendió la mano—. Perdimos a John esta mañana. Casi perdimos a Michael. Al diablo las peleas. De ahora en adelante, nos mantenemos unidos.

Hetty le estrechó la mano—. De acuerdo. Pero si alguna vez intentas enviar a Michael a prisión nuevamente, te quitaré la gorra y te cortaré el cuello, literalmente.

—Muy bien, Hetty —dijo Tommy—. Es Navidad. Dejemos las amenazas violentas.

Hetty sonrió, aunque Tommy se dio cuenta de que fue una sonrisa forzada—. Lo siento. Tomará un tiempo, pero las cosas estarán bien.

—Tengo que irme —dijo Tommy—. Reunión familiar. Estás invitada si quieres venir.

—No —dijo Hetty—. Me quedaré aquí hasta que se despierte.

—Bien —dijo Tommy. Hubo una pausa, aparentemente luchaba con él mismo porque no sabía si continuar, pero dijo—: Solo para que lo sepas... es bueno verte, Hetty.





Hetty estaba dormida cuando Michael despertó, y el chico estaba confundido cuando la vio durmiendo a su lado con la mano sobre la suya.

Pensó que estaba soñando, y le costó convencerse a sí mismo de que no se trataba de una fantasía de su imaginación, y que ella era real. Podía sentir el calor de sus dedos en la palma de su mano y veía su pecho subiendo y bajando mientras dormía profundamente.

—Hetty —murmuró Michael—. ¿Hetty?

Se despertó mientras se sentaba rápidamente y lo miraba a los ojos por primera vez en un año—. Michael...

No tuvo que terminar la frase antes de apartarse el pelo de la cara, ponerse de pie y darle un beso en los labios. No duró mucho, porque ella se apartó y le sonrió.

—Yo también te amo —dijo Hetty, termiando el intercambio que nunca tuvo la oportunidad de cumplirse en la mansión de Tommy—. Yo también te amo.

—¿Regresaste? —susurró Michael—. Te extrañé.

—Pensé que estabas muerto —susurró Hetty, las lágrimas caían por sus mejillas—. Pensé que habías muerto en la horca y luego volví y estás literalmente medio muerto, y... me asustaste, Michael. No puedo perderte de neuvo.

—Oye, oye, no lo harás —dijo Michael—. No me perderás.

—Siento haberme ido —dijo Hetty.

—Siento no haber ido a buscarte —respondió Michael—. Pero ahora estás aquí, y no te dejaré ir de nuevo.

Puede que haya sido necesario un acuerdo matrimonial para unirlos, pero el vínculo que ahora compartían era algo que habían construido completamente por su cuenta, y no se sentía forzado en absoluto.

THE KIDS AREN'T ALRIGHT | Michael Gray ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora