26 | no dejarlo ir

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Hetty dejó el lado de Michael solo para el funeral. El hecho de que John estuviera muerto la llenó de dolor; tal vez fue porque podría haber sido Michael en la carreta, o porque John era un espíritu despreocupado, uno que no estaba arruinado como Tommy, Arthur o Mason. En cualquier caso, ver su cuerpo en esa carreta dolía.

Hetty estaba con Isaiah, y tenía puesto un vestio negro que le pidió prestado a Ada para la ocasión. Tomó la mano de su mejor amigo con fuerza, y antes del funeral hubo una reunión bastante conmovedora entre los dos, que implicó muchas lágrimas y algunas promesas de no irse de nuevo.

Tommy se puso de pie y se enfrentó a su familia, quienes estaban reunidos a poca distancia del vagón—. Así es como John quería irse. La verdad es que morimos juntos una vez. Arthur, Danny WhizzBang, Freddie Thorne, Jeremiah, John, Mason y yo. Nos separamos del grupo, no nos quedaban balas y esperamos a que la caballería prusiana viniera y nos matara a todos. Y mientras esperábamos, Jeremiah dijo que deberíamos cantar "En el Sombrío Invierno". Pero fuimos perdonados. El enemigo nunca llegó, y todos acordamos que el tiempo que nos quedara era extra. Y que, cuando llegara nuestro momento, todos lo recordaríamos.

—Tú recuerdas que Dios te perdonó —dijo Polly—. Pero, ¿qué hiciste con ese tiempo extra que te dio, Thomas?

Un silencio tenso cayó sobre la familia Shelby y Arthur dio un paso adelante—. Creo que eso es todo, ¿eh?

Sacó una cerilla, la golpeó contra la caja y arrojó a la pira. El vagón de John se incendió y Hetty pudo sentir el calor incluso desde donde estaba. Convertirse en humo realmente te liberaba, y ella sabía que dondequiera que se dirigiera John, finalmente estaba libre de las cargas que llevaba consigo en su vida.

Sonó un disparo, y todos actuaron por instinto tirándose al suelo para protegerse. Los reflejos de Hetty no fueron tan rápidos como los de los demás, así que cuando sintió las manos de Isaiah sobre sus hombros y sus rodillas doblarse, cayó al suelo.

Los hombres sacaron sus armas en un instante, pero Tommy extendió una mano tranquiliadora y gritó sobre elllos—. ¡Tranquilos! ¡Tranquilos! ¡No disparen! Se los repito, no disparen. Los hombres que dispararon están de nuestro lado.

Tessa se volvió para mirar a su esposo—. ¿Qué diablos, Tom?

Se escuchó otro disparo, y Tommy apenas se estremeció. Isaiah todavía sostenía a Hetty con la intención de proteger su cuerpo con el suyo. Estaba agradecida de que hiciera tal cosa, pero al mismo tiempo no quería ser la razón de su muerte.

—Me tomé la molesta de invitar a Aberama Gold —explicó Tommy.

—Diablos —murmuró Johnny Dogs—. Ya comenzó.

Polly, que estaba sentada, miró a su alrededor—. Lo hiciste al aire libre a propósito. Usaste el fuego del funeral de John como una maldita señal.

—Nunca estuvimos en peligro, Polly —dijo Mason, con un cigarrillo entre los labios. Su reacción a los disparos había sido de diversión, viendo a los demás entrar en pánico.

—¡Tendiste una trampa! —espetó Polly.

—Finn —dijo Tommy—. ¡Finn! Ve al patio y enciende el fuego.

—¡Era una trampa y nos usaste como maldita carnada! —gritó Polly, señalando hacia la distancia—. ¿Quién murió?

—Nuestros enemigos —respondió Tommy con calma.

—¿Quiénes son? —preguntó Polly.

—¿Quieres saberlo, Pol? —preguntó Tommy—. Dos italianos locales que escucharon acerca de la vendetta e intentaron ganarse un maldito nombre.

—Les avisamos sobre el funeral —explicó Arthur—. Les dijimos dónde y cuándo sería, y también dónde ponerse para disparar.

—Y Aberama Gold fue e hizo el resto —continuó Tommy—. Ese es el lenguaje de una vendetta. Ellos matan a uno de los nuestros, nosotros matamos a dos de ellos.

—Usaste el funeral de tu propio hermano —dijo Polly cruelmente—. ¿Cuándo votamos por esto, Tommy?

—Curly —dijo Tommy, ignorando a su tía—. Prepara un bote para llevar los cuerpos a la ciudad. Y otro bote para cualquiera que no quiera ser parte de esto. ¡Porque así es como será, Polly!

—No me quedaré para esto, Arthur —dijo Linda—. Me voy a casa.

—¿Sí? —dijo Arthur—. La casa es en 57 Watery Lane. Ve allí, cierra la puerta y espérame.

Linda se alejó sin decir una palabra, y Hetty vio a Ada seguirla. Mason, después de hablar con su hermana, se acercó a Hetty—. Oye, Tessa se irá a casa. Así que si quieres ir con ella deberías hacerlo.

Hetty asintió—. Claro.

Corrió detrás de Tessa, alcanzándola mientras cruzaba el campo. La rubia estaba enojada, y Hetty no pudo evitar sentir curiosidad.

—¿Qué pasó?

—Linda —espetó Tessa—. Dios, me enoja tanto. ¿Quién diablos se cree que es? Disculpa por lo que diré, pero espero que si alguien más recibe un disparo de los italianos, sea ella.

—Eso es demasiado, ¿no? —preguntó Hetty tímidamente.

—Preferiría que fuera ella antes que Tommy o Mason —dijo Tessa—. Nos juzga a todos porque quiere que seamos justos. Maldita perra.

—Bien, odias a Linda. ¿Qué más hay de nuevo?

—Cierto, no estuviste en la reunión familiar —dijo Tessa—. Bueno, básicamente estamos en guerra con los italianos porque Arthur mató a uno de ellos el año pasado.

—¿Son los que le dispararon a John y Michael? —preguntó Hetty.

Tessa asintió—. Sí. Bastardos... ¿cómo está Michael?

—Está despierto —dijo Hetty—. No pensé que fuera posible extrañar a alguien como lo extrañaba a él, pero me di cuenta de cuánto lo hacía cuando lo vi. ¿Eso es raro?

—Claro que no —dijo Tessa—. Es amor. Recuerdo cuando Tommy fue a la guerra y tuve que vivir con el pensamiento constante de "¿y si no vuelve a casa?". Lo mismo sucedió con Mason. No me di cuenta de cuánto los extrañaba hasta que regresaron a casa. Es un sentimiento extraño.

—Nunca me había enamorado antes —dijo Hetty—. No sé como hacerlo.

—Bueno, tómalo de alguien que encontró al hombre adecuado después de perder tanto tiempo ignorando sus sentimientos —dijo Tessa—. Cuando encuentras a esa persona especial, te aferras a ella, y, hagas lo que hagas, no la dejes ir.

Hetty se dio cuenta de que Michael era esa persona especial. Ahora todo lo que tenía que hacer era no dejarlo ir.

THE KIDS AREN'T ALRIGHT | Michael Gray ¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora