28 | bonnie gold

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—Hetty, vete.

—Encantador —dijo Hetty, levantándose de su silla y mirando a Thomas Shelby—. ¿Supono que quieres que cierre la puerta al salir?

Tommy ni siquiera parpadeó—. ¿Por qué harías eso? Tessa estará aquí en un minuto. Déjala abierta.

Hetty le dio a Michael un beso fugaz antes de salir de la habitación. No se le permitió participar de la reunión familiar y por eso tenía que irse antes de que comenzara. Al salir del hospital, pasó junto a Tessa, Polly, Ada y Lizzie, quienes la miraron con simpatía.

—Quizás algún día —dijo Polly.

Hetty se encongió de gombros—. Las reuniones suenan aburridas. Dile a Michael que volveré más tarde.

Se dirigió hacia el patio de Charlie Strong. No era el lugar más aceptable para que una mujer frecuentara, pero a Hetty le gustaban los caballos, ya que no la juzgaban como los Shelby. Todavía no la habían perdonado por haberse marchado después de que se anunciaron los arrestos, y estaban divididos. Por ejemplo, Michael, Finn, Ada, Tessa, Arthur y Mason no tuvieron problema ne reuninciar a su enojo hacia ella cuando vieron lo herida que estaba por los eventos del año anterior, pero Polly y Tommy aún no habán dejado ir su rencor contra ella.

Curly la dejó entrar, sonriendo alegremente—. Hola, señorita Solomons.

—Hola, Curly —dijo Hetty—. ¿Está Charlie por aquí?

—Está ocupado en este momento, pero yo puedo ayudarla —respondió Curly.

Hetty señaló los establos—. ¿Está bien si voy a ver los caballos?

Curly estaba al tanto de las visitas de Hetty, y asintió con entusiasmo—. Por supuesto, señorita. ¿Quieres uno esillado?

—No, gracias —respndió Hetty—. No puedo quedarme mucho tiempo.

Hetty se dirigió hacia los establos, donde sólo había un par de caballos. Lo que Hetty no sabía era que esos caballos le pertenecían a Aberama Gold y su familia, quienes residían en el patio por el momento.

Mientras alimentaba distraídamente a los caballos, Hetty se sobresaltó al escuchar una voz—. Son criaturas hermosas, ¿no?

Al volverse, se encontró con un chico de su edad. Hetty dejó caer el heno de su mano y sonrió—. Realmente lo son.

—Éste se llama Almirante —dijo el chico, acercándose al caballo—. Es el más grande.

—Es hermoso —dijo Hetty en voz baja—. Lo siento, no creo que nos hayamos conocido. Soy Hetty... Hetty...

No quería decir su apellido por temor a que molestara al chico, porque después de todo, los Solomons eran conocidos por todas las razones equivocadas. El chico no pareció darse cuenta, y bromeó al respecto—: Bueno, Hetty Hetty, yo soy Bonnie. Bonnie Gold.

Se dieron al mano y Hetty dio un paso atrás, consciente del poco espacio que había entre ellos. Miró a Bonnie y luego a los cballos—. No sabía que Charlie tenía gente trabajando para él.

—No trabajo aquí —dijo Bonnie—. Solo me quedaré por un tiempo.

Luego hizo clic, y Hetty sonrió—. Oh, eres uno de los gitanos.

Bonnie asintió—. Lo soy. Y tú no eres una Shelby, porque me habrías dicho tu apellido su lo fueras.

—No, no soy una Shelby —respnodió Hetty—. Pero soy parte de la familia.

—Bueno, si no eres una Shelby, ¿eso significa que no me cortarán si te pido que vayas a cenar conmigo esta noche? —preguntó Bonnie, y los ojos de Hetty se abrieron con sorpresa.

—Oh, Bonnie, me siento halagada, pero ya estoy comprometida... técnicamente —dijo Hetty.

—¿Entonces dónde está tu anillo? —preguntó Bonnie.

—¿Qué?

—Si estás comprometida, ¿dónde está tu anillo? —preguntó Bonnie, señalando la mano de Hetty.

Al mirar su dedo, que claramente no tenía un anillo, Hetty se mordió el labio mientras intentaba dar una explicación que no sonara loca—. ¿Lo perdí?

—Eso no sonó convincente —dijo Bonnie—. Está bien si no quieres decírmelo, pero creo que es extraño que alguien tan bonita como tú no tenga un anillo digno de una princesa.

Hetty se sonrió ante el cumplido—. Bueno, las circunstancias son...

—¿Bonnie? —gritó una voz masculina, y un hombre entró al establo—. Ah, ahí estás. ¿Y quién es la hermosa dama?

—Papá, esta es Hetty —dijo Bonnie, mientras Hetty lo saludaba—. Hetty, este es mi apdre. Aberama.

Aberama asintió—. ¿Entonces tú eres la famosa Hetty? Tommy me contó todo sobre ti y cómo te escapaste después de que él hizo un trato con tu padre —se giró hacia Bonnie—. Debo decirte, hijo, que le estás ladrando al árbol equivocado.

—¿Qué significa eso? —preguntó Hetty.

—Ya estás comprometida para casate, ¿no? —preguntó Aberama, y Bonnie miró a Hetty con incredulidad, como si no pudiera creer que estuviera diciendo la verdad—. Con un tal Michael Gray.

Hetty asintió—. Así es.

—¿Eres feliz con él? —preguntó Aberama—. Sé lo difíciles que pueden ser los matrimonios arreglados.

—Sí, Michael y yo somos felices —dijo Hetty—. Tenemos mucho en común, sorprendentemente.

Aberama sonrió—. Bueno, eso es muy dulce.

Hetty miró a los Gold—. Bueno, esto es incómodo. Me voy a ir.

Incluso cuando se fue, Hetty no pudo evitar sentir que la familia Gold no sería más que un porblema.

THE KIDS AREN'T ALRIGHT | Michael Gray ¹Where stories live. Discover now