18 | michael se da cuenta lo que es el amor

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Hetty era una persona tranquila. Prefería mantenerse al margen de las confrontaciones para que no surgiera una situación que no pudiera manejar, pero la noche anterior con Michael había cambiado todo.

Acostados juntos en la cama, separados por una distancia considerable, Hetty no pudo evitar pensar en todo lo que había dicho. Por supuesto, sabía que había tomado unos vasos de whisky y probablemente pordría echarle la culpa a eso y decir que no tenía el control de lo que estaba diciendo, pero sabía que eso sería una mentira.

Sabía que amaba a Michael, porque ¿de qué otra manera podría explicar ese sentimiento en su estómago cada vez que lo miraba? Ella lo amaba, a pesar de haber hecho todo lo posible para no enamorarse de él; pero no pudo evitar pensar que él le estaba ocultando algo. Luego recordó una conversación que tuvo con Tommy unos meses atrás, justo después de que le dieran el alta del hospital. Había dicho algo sobre que Michael quería ser el que le disparara al padre Hughes si fuera necesario, pero Tommy había evitado decirle a Hetty el motivo.

—Michael —susurró Hetty—. Michael, ¿Estás despierto?

—Ahora sí —dijo Michael, dándose la vuelta para mirar a Hetty—. ¿Qué pasa? ¿No puedes dormir?

—Estoy pensando en algo que me dijo Tommy —dijo Hetty en voz baja, volviéndose para mirar a Michael—. ¿Por qué quieres matar al sacerdote, Michael? ¿Qué pasó?

Michael se quedó en silencio durante tanto tiempo que Hetty pensó que se había quedado dormido. En cambio, el chico estaba despierto, mirando al techo mientras intentaba decidir si debía o no decirle a Hetty la verdad. Se inclinaba indeciso hacia no decirle, pero luego recordó todo lo que ella le había dicho la noche anterior y se dio cuenta de que si iban a intentar dar un paso en la dirección correcta, él también necesitaba dar un primero paso. Además, si no podía confiera en Hetty, quien había demostrado ser digna de confianza en numerosas ocasiones, ¿en quién podía confiar?

—Si te lo digo —comenzó Michael—, no puede salir de esta habitación.

Hetty asintió—. Por suepuesto. No es mi secreto como para contarlo, así que ¿por qué lo haría?

—Fui a ver a Tommy hace un par de meses, cuando aún estaba en el hospital —dijo Michael—. Y le dije que quería ser yo quien matara al sacerdote.

—Tommy me dijo eso —dijo Hetty—. Pero me preguntaba, ¿por qué?

—Cuando era niño, antes de ir con mi familia adoptiva —comenzó Michael, su voz temblaba mientras exhalaba bruscamente—, el padre Hughes solía hacerme... hacer cosas. En ese momento no lo entendía realmente, pero a medida que creía supe lo que había sucedido. Y no era solo yo. También fueron otros niños, y cada vez que lo veo, lo único en lo que puedo pensar es en lo que pasó.

—Michael —susurró Hetty, tomando su mano y sosteniéndola con fuerza—. Lo siento mucho, no sabía.

—Por eso quiero ser yo quien lo haga —dijo Michael—. Porque ese malnacido me usó y estoy dispuesto a apostar que todavía lo está haciendo con otros niños.

—Dios mío, lo siento mucho —dijo Hetty.

Si Hetty no hubiera sido adoptada por Alfie, es posible que le hubiera pasado lo mismo. Había todo tipo de gente mala por ahí, y saber que había algunos que acechaban a los vulnerables e indefensos enfermaba a Hetty. Si no hubiera crecido con Alfie como su padre, protector y tutor, podría haber pasado por lo que Michael.

—No es algo que me guste  decirle a la gente —dijo Michael—. Pero puedo confiar en ti, ¿no?

Hetty asintió—. Por supuesto que sí. Y... sé que puede parecer como un disco rayado, pero siempre estaré aquí para ti, Michael.

Ella se acercó más a él, y Michael no la apartó. En cambio, la dejó acercarse lo más posible antes de rodear su cuerpo con un brazo, atrayéndola hacia él. Apoyó la cabeza en su pecho y suspiró.

—Yo también estoy aquí para ti, Hetty —susurró Michael—. Porque eso es lo que hacemos. Nos cuidamos unos a otros.

—Prométeme que no me dejarás —murmuró Hetty—. Tantas personas en mi vida lo han hecho, y no quiero que eso suceda contigo.

Michael besó la parte superior de su cabeaza—. Te lo prometo, Hetty. No te dejaré.

—Bien —murmuró Hetty—. Yo tampoco te dejaré.

A la mañana siguiente, Polly y Ada los encontraron enredados y roncando suavemente, y los dejaron dormir hasta que Karl decidió despertarlos. Antes de que Ada pudiera detenerlo, el niño había corrido a lo largo de la habitación, se subió a la cama y rápidamente se arrojó sobre Michael y Hetty.

Hetty dejó escapar un chillido cuando el peso de Karl aterrizó en su pecho, mirando hacia el rostro sonriente del niño. Sentándose, Hetty tiró a Karl sobre el colchón y comenzó a hacerle cosquillas. El niño chilló—. ¡Tía Hetty! ¡Detente! ¡Por favor!

—Que gran manera de despertar —murmuró Michael, sentándose y mirando a su madre y su prima—, siendo atacado por un niño volador.

Hetty se echó hacia atrás y dejó de hacerle cosquillas para que Karl pudiera recuperar el aliento.

—Lo siento —dijo Karl, sonriéndole—. Lo siento, Michael.

Michael se rió—. Está bien. Deberíamos despertarnos de todos modos.

Polly estaba en el umbral de la puerta con los brazos cruzados—. Entonces, ¿quieren contarnos qué pasó anoche?

Hetty se levantó de la cama y envolvió su cuerpo con la chaqueta de Michael—. No es lo que piensan. Solo dormimos en la misma cama para salvar a Ada de sufrir toda la noche conmigo.

—Tiene razón —dijo Michael—. No pasó nada, a menos que cuentes a Hetty poniendo sus pies fríos sobre mis piernas.

Ada sonrió—. Bueno, el desayuno está listo si quieren comer.

Hetty sonrió—. Siempre.

Salió de la habitación con Karl, que tiraba de su mano y la arrastraba escaleras abajo, hablando sobre huevos duros y tostadas, dejando atrás a Michael, Polly y Ada. Ada notó la forma en que Polly miraba a Michael y se alejó sutilmente.

—¿Qué pasa, mamá? —preguntó Michael después de una pausa, mirnado a su madre.

—La amas, ¿no? —preguntó Polly.

—¿A Charlotte? —preguntó Michael.

—A Hetty —respondió Polly—. Veo la forma en que la miras. Estoy feliz por ti. Es una chica encantadora, y te mereces a alguien como ella.

Michael frunció el ceño—. Lo sé, es solo que...

—Lo sé —dijo Polly con simpatía—. Sé que las circunstancias no son ideales, pero míralo de esta manera: podrías estar casado y no enamorado, pero no es así. Tommy comprende que estas cosas llevan tiempo. Dios sabe que tardó lo suficiente en encontrar a Tessa, y ella estaba justo enfrente de él. Por eso pospuso el matrimonio.

Michael asintió—. No lo sé... ella me hace feliz.

—Entonces tienes que hacer lo correcto —dijo Polly gentilmente—. Con Charlotte y Hetty. Tienes que decirle a Hetty como te sientes.

Michael lo sabía, y sabía que lo que sentía por Charlotte no era nada comparado con lo que Hetty lo hacía sentir. Verla lo hacía sonreír un poco más, y su corazón daba vuelvos cada vez que ella lo miraba. Hetty no tenía idea del efecto que tenía en él, pero Michael se alegraba de que ella impactara su vida de esa manera. 

Nadie podía compararse con Hetty Solomons, porque ella era gentil, llena de esperanza y felicidad en un mundo que no proporcionaba esas cosas. Michael no la apreciaba lo suficiente, y decidió que necesitaba cambiar eso. Comenzando con Charlotte. Luego arreglaría las cosas con Hetty y se aseguraría de que ella tuviera la mejor esperanza para un futuro con él.

Porque cuando amas a alguien, haces todo lo posible para hacerlos felices, y cuando ellos son felices, tú eres feliz.

THE KIDS AREN'T ALRIGHT | Michael Gray ¹Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon