Triginta octo

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2 semanas después.

Camino de un lado a otro en busca de ese vestido que no encuentro, se supone que con los chicos iremos de fiesta por primera vez en mucho tiempo y bueno, estoy muy emocionada.

Me observo al espejo y me analizo el cuerpo desnudo, los moretones ya se están yendo de a poco y he subido de peso, estoy volviendo a la normalidad y eso me asusta, porque la vocecita dentro de mi cabeza me dice que en cualquier momento va a caer todo lo malo.

Agarro una blusa corta que me llega hasta un poco más arriba del abdomen, unas medias red negras y una pollera corta del mismo color pegada al cuerpo, no faltan mis botines negros y luego a maquillarme.

Hoy les tengo una sorpresa a los chicos, ya que me cambié el color de cabello, ya no mas Hyun Su rosa, ahora soy pelinegra. Y eso me pone feliz, el cambiarme de color una parte importante de mi cuerpo, ya que no se a ustedes, pero mi cabello es mi autoestima, me pone feliz, contenta.

Cuando ya estoy lista, cojo mis cosas, me echo perfume en el cuello y le aviso a Jae que estoy pronta.

Sooyoung no está en casa así que puedo estar más tranquila, de hecho, hace mucho no la veo... Estará bien? Ni un mensaje me ha mandado, eso es raro, generalmente siempre me avisa si viene o no.

Cuando quiero acordar escucho tres toques en la puerta, por precaución me fijo quien es, cuando reconozco su carita, sonrío emocionada.

Abro rápidamente y nuestros ojos se conectan, el aire se me queda atrapado en mi garganta cuando lo veo, va vestido con una camisa de rayas negras y blancas con un saco negro formal, para completar unos jeans negros y unos botines marrones, su cabello está ordenado de manera natural y eso le da el toque.

Pero lo que más me sorprendió fue su color de cabello, ahora es castaño. Woah.

Su mirada me recorre de arriba hacia abajo y eso me pone nerviosa, le dedico una tímida sonrisa y luego paso mis brazos por su cuerpo y lo abrazo. Su olor me impregna y siento sus fuertes brazos rodearme, deja un beso en mi cabello y luego me separo de él.

Me agarra de las mejillas y deja otro beso en una de estas y otro en la frente, sonrío como niña chica y él se ríe.

—Estás hermosa, ese color se te sienta muy bien, linda.

Me sonrojo y asiento efusivamente.

—Tú también, estás precioso, Jae.

Nos quedamos mirando a los ojos mientras sonreímos cómo tontos. El primero en reaccionar es él.

—Bueno, ¿ya estás preparada para irnos?

—¡Sí! Vamos.

Cierro todo con seguro y luego nos vamos, bajamos por las escaleras ya que el ascensor no lo quiero usar demasiado, ya saben, mi fobia.

La ciudad está hermosa, el cielo pintado de un azul oscuro mientras la luna alumbra todo a su paso, no hay ni una gota de viento y eso ayuda bastante a la noche.

Nos dirigimos hacia el auto de Jae, que por cierto no es de él, sus papás se lo prestaron por hoy, eso es raro.

Una vez dentro, el perfume de JaeHyun inunda mis fosas nasales y respiro profundo, es demasiado rico.

—¿Has estado bien? Luego de todo lo que pasó.

Su ronca voz me toma por sorpresa y lo observo en silencio. Sonrío inconscientemente por su preocupación.

—Sí, he estado bien, mis moretones han estado mejorando, ya casi ni se notan.

Me da una mirada fugaz mientras me sonríe mostrándome sus hermosos hoyelos. Me tomo mi tiempo para observarlo.

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⏰ Última actualización: Nov 11, 2023 ⏰

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