Prohibitorum-K.TH +18

Sex

Estaba cansada, tanto físicamente como mentalmente, la pelea de hace una semana con JungKook me dejó devastada, simplemente no entiendo que fue lo que pasó, hemos discutidos varias veces pero nunca así.

La manera en la que me habló, su actitud, hizo que una parte de mi le tuviera rechazo, nunca jamás pensé en eso.

SooBin estaba preparando un café para ambos, cuando llegamos lo primero que me dijo fue que me bañara porque apestaba mucho a alcohol, y si, no estaba borracha pero si mareada.

Después de eso él me prestó un bóxer negro y una remera del mismo color que me llegaba hasta los muslos, y ahora estaba sentada en la mesada de la cocina viendo todo lo que hace.

—Bin... ¿estás enfadado conmigo?—lo miré e hice un puchero, odio que se enoje conmigo, soy consciente de que soy un desastre pero él siempre ha estado para mí, a pesar de mis actos u acciones inmaduros.

—No, Su, no estoy enfadado—rodó los ojos y miró su taza de café—es que, venga... ¿era necesario terminar ebria de nuevo?—no levantó su vista al hablarme, está decepcionado.

—No estoy ebria, no tomé tanto esta vez a pesar de que tenía mis razones para hacerlo—moví mis pies al ritmo de la canción que cantaba en mi mente.

—Lo sé, pero me gustaría que un fin de semana en vez de ir a beber, vengas y te quedes en mi casa a mirar películas y comer como gordos—me miró e hizo una mueca—es una idea mucho mejor, ¿no crees?—

—Si... tienes razón, además mi supuesta compañera de piso me dejó sola, nunca más salgo con ella—fruncí el ceño y tomé un trago de mi café—es amable y dulce pero a la vez odiosa, ¿cómo alguien puede contrarrestarse tanto? Dios

El se rió y caminó a la otra punta de la cocina.

—Bin, ¿ya no estás molesto conmigo?—me bajé de la mesada y caminé hacia él—no quiero que estemos así, con tensión—lo abracé por la espalda y él entrelazó nuestras manos—te adoro más que a nada, lo sabes a eso, ¿verdad?—se dio la vuelta y me abrazó, la diferencia de altura es mucha, no soy baja pero tampoco alta, mido 1.70cm, es altura promedio.

—Bonita, jamás me enojé contigo, simplemente me molesté porque miles de ideas se me pasaron por la mente de lo que te pudieron hacer en ese estado tan vulnerable, nunca salgas así de noche tú sola, ¿si?—me acaricia la mejilla y me sonríe dulce—yo te adoro muchísimo más, nena—dejó un casto beso en mi frente y fuimos a su dormitorio.

Me acosté en su cama matrimonial y me tapé hasta la cabeza, después de unos minutos siento como se hunde el otro lado de la cama y como unos brazos me rodean, SooBin dejó un beso en mi cabeza y ambos caímos en los brazos de Morfeo.