Lop-Eared Guard//Amor eterno (FINALIZADO)

Capítulo 54

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Cuando Lu Shang Jin se recuperó, su pecho ya estaba empapado. 

Pensó que eran lágrimas y sacudió las yemas de los dedos para limpiar a Yan Yi: "No llores...Yan Yan...El hermano realmente no te lastimará mucho en el futuro". Cuando el levantó la mano, su mano estaba llena de rojo brillante.

Todo se filtró en su corazón, penetró en las grietas y generó cuchillas, cortando la carne y la sangre en pedazos.

Lu Shang Jin lo abrazó apresuradamente y se puso de pie, el conejito en sus brazos se desvaneció gradualmente y sus brazos cayeron débilmente.

El asistente condujo de camino al hospital.

Todo el asiento del coche era como la escena de un crimen, donde había sangre por todas partes. Lu Shang Jin usó una toalla para presionar con fuerza el cuello sangrante de Yan Yi, y todo su cuerpo estaba cubierto de sangre viscosa.

Al principio, la dulzura del caramelo todavía estaba enredada en la sangre, pero luego se volvió más débil y liviana, y la sangre la borró gradualmente.

"Yan Yan, despierta..." Lu Shang Jin besó la frente de Yan Yi mientras la temperatura se desvanecía gradualmente una y otra vez, "No pasará nada, cuando te despiertes, te llevaré a casa. La casa ha sido seleccionada. Te gustan las montañas. Conozco el agua, solo nosotros dos viviremos en el futuro..."

De hecho, quiere venir y saber qué le gusta al conejito.

Simplemente nunca desdeña poner sus deseos en su corazón, y siempre habrá algo más importante que el conejito que tiene delante. Todo lo que le da a Yan Yi es una espera interminable y desesperanza.

Se ha reformado, y mientras Yan Yi mejore, no, incluso si parece estar en trance en el futuro, Lu Shang Jin no se dará por vencido con él nuevamente.

Inesperadamente, no pudo soportar la responsabilidad que quería asumir, y la persona que quería proteger se fue con decisión. Tanto el padre como la pareja que golpeó a la amada optaron por utilizar el mismo medio para librarse del dolor.

Las pequeñas orejas de conejo que solían rebotar también estaban empapadas en sangre, y el suave pelaje del conejo estaba pegado por el plasma viscoso, y no podía colgar.

Lu Shang Jin frotó la orejita, inclinó la cabeza y lo besó.

En el pasado, a Yan Yi le gustaba que lo besaran.

Cuando era adolescente, a menudo corría y se agachaba a su lado y le pedía que le tocara la cabeza.

Las orejas del conejito son tan sensibles que nadie puede tocarlas. Solo cuando Lu Shang Jin lo besó, el estuvo dispuesta a poner su pequeña oreja en su palma.

Cuando la camilla fue empujada fuera del hospital en una emergencia, Xia Jing Tian escuchó a su hermano en el vestíbulo.

El jefe de la familia Xia prometió repetidamente frente a su padre que cuidaría de su hermano menor después de que lo recuperaran y que nunca permitiría que el león hiciera algo malo que corrompiera la tradición familiar.

Xia Jing Tian se apoyó contra la pared, escuchando perezosamente la educación.

"Es más o menos lo mismo". Xia Ping Tian cruzó las piernas, se apoyó en el banco, detuvo a una pequeña enfermera que pasaba y preguntó por qué su nuevo amante no estaba en la oficina.

En los últimos tres días, corrió al hospital para encontrar una razón, solo para conocer a la belleza. ¿Cómo puede haber un maestro del oro que lo esté alcanzando?.