3.2 Talktive Horanghi

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—Dudo que te dejen quedarte aquí—dice Namjoon acariciando la cabeza de Mon, quien apenas hasta ahora es capaz de encontrarse con él. Namjoon percibe la preocupación del animal—. Mantente cerca, te llamaré si necesito de tu ayuda. Cuídate. —pide dándole un beso en la frente.

Mon gruñe y se aleja lento por los arboles del bosque. Regresando a la gran casa, Namjoon se percata de que Jimin está sentado al borde del pasillo, observando el cielo con admiración. La noche estrellada y fría es muy hermosa, no así en su comodidad. Namjoon tiene las mejillas congeladas y la sensación de que si no se mete bajo una manta, va a tener el mayor resfriado de su vida.

— ¿Algo en especifico que lo entusiasme mi señor? —pregunta una vez llega hasta él. Jimin niega con la cabeza.

—Me gusta aprovechar cuando mi hermano duerme. No le gusta que esté fuera de mi habitación. Tan solo para bañarme y comer. Por lo demás, sería mejor estar dentro. —responde Jimin. Su cabello suelto y lacio tan largo que se extiende por el suelo y se mezcla con sus vaporosas ropas.

—Y ¿No le da frío estar aquí afuera? —repone preocupado. Jimin niega con la cabeza.

—Necesito el frío para vivir. Mi cuerpo rechaza el calor. Después de todo, el invierno es mi padre y sin él, enfermo—explica con brevedad. Namjoon asiente con la cabeza y se sienta a su lado—. Si pudiera estar con su familia ¿Iría?

—No.

—Que veloz.

—Mi familia no hace más que volverme algo que no soy. Regresar sería tortuoso.

—pero tendrías a quienes te aman.

—No creo que me amen—comenta franco y muerde sus mejillas un instante, Jimin siente cada vello de su cuerpo erizarse—. Porque si lo hicieran, no intentarían cambiar o reprimir lo que soy. No obstante, a cada oportunidad en mano, intentaban hacerme como ellos y no ser yo. —Namjoon balancea las piernas al ras del suelo. Las de Jimin no alcanzan por bastante distancia, remarcando su baja estatura.

—Querían adaptarte al mundo que te ofrecían. —dice Jimin suavemente.

—Yo no quiero un mundo como ese. Tan cerrado y triste... —Gira la cabeza hacia Jimin y el Omega hace lo mismo—. Estaría igual que tú ahora mismo, anhelando correr libre sin nada que me detenga.

— ¿Crees que eso anhelo?

—Lo puedo notar. Muy fácilmente.

Acerca la mano con lentitud y al hacer contacto, Jimin se apoya en él. Los ronroneos surgen al mismo tiempo que Namjoon frota su pulgar contra la suave mejilla del hijo invernal. Resulta imposible no juntarse, no estar cómodos con la presencia ajena. Son parecidos, por no decir que casi iguales con diferencias superficiales.

— ¿Le gustaría dar un paseo?

Jimin abre los ojos, la pupila rasgada y pequeña, analizando a Namjoon, detectándolo con una posible amenaza y por ello su oferta.

—Conmigo no le pasaría nada y le prometo que lo disfrutará mucho; más de lo que piensa.

Namjoon se pone de pie y le ofrece la mano. Jimin duda unos instantes breves antes de tomar la mano del tigre. Sus pies descalzos hacen contacto con la nieve y contrario a preocuparlo por una posible quemadura, Namjoon sabe que no le pasará nada.

Camina con Jimin un paso atrás y en el silencio secretista de la noche, se introducen en el bosque. Inicialmente no tiene nada de especial o interesante. Es solo un espacio lleno de arboles oscuros y carentes de hojas, la nieve un poco escasa por los troncos que la absorben accidentalmente.

Children of Winter || NamMinWhere stories live. Discover now