-gp bahréin.

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5 de marzo; Gran Premio de Bahréin.


En el mundial de Fórmula 1 del 2023, la escudería Mercedes no solo contará con dos pilotos estrellas como lo son Lewis Hamilton y George Russel, sino que también contará con una fantástica corredora, es decir conmigo.

La única diferencia es que a mí no me dejaran manejar alrededor de una pista a cientos de kilómetros por hora. Porque, según mi padre, no soy lo suficiente responsable ni para manejar un autito de juguete.

Auch. Golpe bajo.

En cambio, al "ser un peligro para los demás" palabras dichas por mi propio padre, debo permanecer en el garaje de Mercedes. Ocupándome de tareas como recopilar archivos, detallar y tomar apuntes sobre datos de las carreras, llevar la agenda de mi padre y básicamente ocuparme de que su maldita taza siempre tenga café.

Una simpe asistente...

Ese es mi nuevo trabajo. Una verdadera tortura.

Y lo peor no es eso, sino el tener que convivir diariamente con pilotos que tienen un carácter de mierda. Si eso es aún más terrible, porque si hay personas más arrogantes y narcisistas que yo, esos son los pilotos de fórmula 1.

Estaba segura de que muchos de ellos conocían mi nombre y, por lo tanto, mi reputación.

Y si no lo hacían, Toto Wolff se encargaría de espantarlos, porque todos en la red, incluidos los trabajadores, sabían que yo estaba fuera de los límites, nadie quería estar del lado malo del señor Wolff.

Mi padre se encargaba de recordarme todos los días que no estaba allí de vacaciones ni por diversión, sino que era para castigarme por mis malas decisiones.

Ahora mismo nos encontrábamos en el taller, los mecánicos le daban los últimos arreglos al auto de Russell, y yo estaba hipnotizada por aquella monoplaza, tanto que había dejado de prestarle atención a las palabras de mi padre.

—¿Los tienes o no, Saya? —pregunto con tono irritado, mi padre no era un hombre con mucha paciencia.

Fruncí las cejas y lo miré.

—¿El qué?

El hombre se llevó la mano a la frente con frustración.

—Cariño, es la primera carrera del año. —me recordó. —Es bastante importante, te necesito bien atenta.

Asentí, mientras le daba una última mirada al auto.

—¿Tienes los papeles, entonces?

—Aquí están. —le entregue una carpeta con unos promedios que me había pedido ayer sobre los qualy.

La agarro, y le dio una mirada por arriba.

—Lewis ya regreso de las entrevistas, pero George aún no. —comento. —Necesito que te encargues de eso, y vayas por él.

Bend over boy | Charles LeclercWhere stories live. Discover now