Desde el desastroso desayuno con George y Lewis, Toto se encargó de tenerme cerca, supongo que algo sospechaba. Me mantuvo bastante ocupada, así que estos días me la pase preparándole café y reuniendo su papeleo para todas las reuniones.
La próxima carrera se llevaría a cabo en el circuito callejero de Bakú, me encantaba ese tipo de circuitos, sentía que generaban más adrenalina de lo normal.
Papá se veía particularmente estresado por este fin de semana, Mercedes quería ganar puntos a toda costa y consideraban que esta era una carrera complicada, de mayor dificultad para los pilotos.
Primero se llevaría a cabo la famosa carrera sprint como sistema de clasificación, la cual el equipo no apreciaba demasiado, y se les notaba a la hora de discutir y armar las estrategias para la carrera.
Era tarde, las entrevistas ya habían finalizado y la mayoría de los trabajadores se habían ido a descansar para la clasificación de mañana. Pero el señor Toto Wolff había decidido quedarse un poco más, insatisfecho con el trabajo que se había estado haciendo hasta el momento.
Archive algunos papeles y documentos en carpetas, mientras tarareaba una canción que había escuchado en el paddock más temprano. Papá se encontraba a unos metros de mí, hablando con uno de los ingenieros.
—¿Aun trabajando? —interrumpió una voz masculina a nuestras espaldas. —¿Deberíamos denunciarlo en el sindicato de trabajadores?
Me giré sobre mis talones, y me sorprendí bastante al encontrarme con tres pilotos vestidos con sus trajes de carreras y cascos en la mano.
Max, Lando y Pierre se encontraban frente a nosotros con unas sonrisas traviesas en sus rostros.
Toto levanto las cejas con confusión.
—¿Ustedes no deberían estar descansando? —cuestiono, paseando su mirada de mi a ellos.
Pierre rodeo los ojos.
—Necesitamos algo de distracción, señor Wolff.
—¿Y qué quieren aquí? —pregunto, demasiado tranquilo para mi sorpresa.
Lando se aclaró la garganta con timidez.
—Queríamos invitar a Saya.
Parecían tres niños pequeños pidiéndole permiso a mi padre para que pudiera salir a jugar, toda la escena era ridículamente cómica.
—De ninguna manera. —negó con la cabeza.
—Oh vamos, señor Wolff. —insistió Max. —La cuidaremos como si fuera un primer puesto.
Solté una pequeña risa nerviosa y miré a mi padre, esperando su respuesta.
Estaba dudando, se le notaba.
—Papá, por favor. —insistí en un murmullo.
El presiono los parpados con cansancio.
—De acuerdo. —dijo. —Pero no regreses tarde, mañana habrá demasiado trabajo por hacer.
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Bend over boy | Charles Leclerc
FanfictionEl nombre de Saya Wolff resuena noche y día en todos los canales de noticia, y no para de ser tendencia en las redes sociales. La hija del expiloto austriaco de automovilismo y actual director ejecutivo de Mercedes-Benz, Toto Wolff, no hace más que...