Capítulo 7

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El chico caminaba hacia el patio de la Fortaleza Roja. Debía enviar un cuervo a su madre y a Daemon contándoles todo lo que había pasado estos días, sobre todo lo de esa noche. No confiaba en nadie de ese lugar para que efectivamente enviaran el mensaje, así que era mejor que él se asegurara de que el cuervo saliera del lugar con dirección a Dragonstone.

Era de noche y hacía un poco de frío, por lo que llevaba su capa. Aún estaba cabreado por la situación con sus tíos, pero sabía como eran ellos sobre todo Aemond, quien les tenía mucho resentimiento desde que Lucerys le saco un ojo. Y no lo culpaba, debía ser difícil tener que vivir con eso. Pero si lo culpaba por las circunstancias que llevaron a eso. Había sido una idiotez que ellos reclamaran por "robar" a Vhagar, pero él también tuvo la culpa al golpear a sus primas y su hermano pequeño.

Por otro lado, estaba aún más cabreado, si es que era posible, con Lady Daena. Era tan entrometida. No podía cerrar la boca sin tener que emitir una opinión aunque la situación claramente no tuviera que ver con ella. Sin duda todo lo que tenía de hermosa físicamente, no lo tenía en personalidad.

Avanzó a paso rápido por el patio pero se detuvo al ver una figura femenina que salía por uno de los pasadizos secretos de la fortaleza. La ignoró, diciéndose que no era problema suyo, pero cuando distinguió el color del vestido paro en seco.

Verde.

Solo dos personas usaban un verde tan brillante en ese lugar. La reina y Lady Daena, pero no distinguía cuál de las dos era. Observó por un momento pensando si realmente quería saber de qué se trataba todo eso, pero recordó las palabras que Daemon le había dicho antes de irse: "vigila a Alicent". Y podía ser ella. Pero también podía ser otra persona. Una persona a la que Jace no quería ver en ese momento.

La observó un momento a lo lejos, entrecerrando los ojos y la vio acercándose sigilosamente a la puerta lateral de la fortaleza ¿pretendía salir? La mujer volteó su cabeza y a pesar de que llevaba una capa Jace vio el rostro de Lady Daena Hightower.
Suspiró pesadamente. Esa mujer siempre estaba buscando el peligro. Pero ¿por qué quería salir de la fortaleza de noche? ¿Qué estaba haciendo?

- Lady Daena - dijo en voz alta parándose atrás de la chica.

Ella se sobresaltó y se llevó la mano al pecho mientras se girada. Sin embargo cuando lo vio puso los ojos en blanco.

- Ah, es usted - dijo con desdén.

- Príncipe Jacaerys para usted, mi Lady - dijo sabiendo que eso la haría enojar. Si ella podía ser así con él, él también jugaría ese juego.

Ella lo miró un tanto sorprendida por su comentario.

- ¿A dónde se dirige? - preguntó burlón. Era obvio que ella no le diría.

- Yo... A enviar un cuervo a mi padre - dijo nerviosa.

- Los cuervos están por acá - señaló con su cabeza - Se ha equivocado de dirección.

Ella abrió la boca pero no salían la palabras, en opinión de Jace parecía una niña perdida.

- Es que aún no me acostumbro del todo a la fortaleza, llevo sólo unos meses acá - dijo tratando de avanzar hacia donde se suponía que se dirigía.

- Que curioso - dijo el caminando a su lado - Yo también me dirigía ahí para enviar un cuervo a mi madre, permítame acompañarla - dijo ofreciendo su brazo, ya que sabía que eso la irritaría.

- Discúlpeme, mi principe - dijo soltando una risita burlona - Mi primo Aemond me ha informado de sus... - hizo una silencio - peculiares habilidades con la espada. No creo que sea necesario que me cuide. No podría lidiar con un atacante.

Dutty | Jacaerys Velaryon Where stories live. Discover now