Capítulo 48

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Aemond miraba nervioso a su prometida mientras esta caminaba por la habitación pensando en lo que él le había pedido. No era fácil, lo sabía. Le estaba pidiendo que arriesgara mucho por él y por un hombre que para ella no significaba nada.

- Me pides demasiado Aemond - dijo ella mirándolo seriamente.

- Lo sé, issa jēdar - dijo acercándose a ella y tomando sus manos - Pero no puedo dejar que muera, no puedo hacer eso... ese hombre fue más padre para mi que lo que fue Viserys.

- Aemond - dijo Baela mirándolo con desconfianza.

Él tomó sus manos con un poco más de fuerza mirándola suplicante. De verdad necesitaba que ella lo apoyara en esto. No podía hacerlo solo. No tanto por el plan, eso si podía llevarlo a cabo sin apoyo. Pero estuvo toda su vida haciendo sus cosas por su cuenta, y ahora se sentía más vulnerable que nunca, necesitaba a alguien estuviera a su lado dándole un soporte. Si esa persona no era su futura esposa entonces quizás se había equivocado al dejar todo por ella.

- Es alta traición a la Reina - dijo ella poniendo su mirada fija en el suelo.

- No me interesa la puta Reina, ni siquiera quería que estuviera en el trono en primer lugar. Sólo lo hice por ti y por mis hermanos - le dijo tomando su rostro por sus mejillas haciendo que ella lo mirara - No puedo dejar que muera.

- Valar Morghulis - dijo ella en la lengua que ambos entendían.


Aemond se alejó un poco de ella, decepcionado. Todos los hombres deben morir. Eso le había dicho. No estaba dispuesta a ayudarlo en algo que para él significaba mucho, no estaba dispuesta a traicionar por una puta vez a su familia por hacer algo importante para él. Mientras que él había dejado todo por ella, había renunciado a sus ideales, había traicionado a su madre y a su abuelo. Todo por ella.

Se quedó en silencio por un momento, pensando en cómo eran las otras relaciones de pareja que conocía. Seguramente Daena apoyaría ciegamente a Jace en algo así, su cuñada con el niño también, incluso estaba seguro que su hermano Aegon intentaría ayudar a Helaena en algo así si ella se lo pidiera, aunque entre ellos no existiera amor. Entonces ¿por qué Baela no podía hacer lo mismo por él? ¿Por qué ella no lo apoyaba en eso? Al parecer él nunca sería merecedor de un amor incondicional, ni siquiera con su prometida, por la que había dejado todo.

Avanzó hacia la puerta de la habitación, enojado.

- Aemond - dijo Baela tomándolo de la mano - Sabes que no podemos hacer esto. Criston Cole hizo muchas atrocidades y...

- ¿Sabes quién más ha hecho cosas cuestionables? - dijo él levantando la voz - Tu padre. Y ahí esta, brindando junto a mi hermana como si todo estuviera bien. Si tu padre estuviera a punto de morir yo haría lo que fuera para ayudarte Baela, pero al parecer tú no puedes hacer lo mismo por mi...

- Es diferente - dijo ella alejándose un poco.

- ¿Por qué? - dijo enojado - Porque él estuvo del lado de Rhaenyra y Cole no. Te sorprendería saber que no todo el mundo debe querer a mi hermana.

- Cole conspiró en contra de la verdadera heredera - dijo ella enojado.

- Se podría decir lo mismo de mi, ¿dejarías que me mataran entonces? - preguntó soltando toda su rabia.


Ella no respondió nada. No era eso, por él si lo haría. Pero sacar a Criston Cole no era igual. Ambos se pondrían en peligro y si los descubrían romperían el compromiso, quizás a él lo enviarían a la muralla o lo sentenciarían a muerte. Y ella no podía permitir eso, no por alguien tan insignificante como Ser Criston. ¿Tanto le costaba entender que intentaba proteger lo que ellos tenían?

Dutty | Jacaerys Velaryon Where stories live. Discover now