Dutty | Jacaerys Velaryon

One Shot: Anti-Hero - pt. 3

One Shot: Anti-Hero
Parte final

it's me, hi, i'm the problem it's me
everybody agrees

Aegon miraba su copa mientras se debatía si beber o no. Sus pensamientos y pesares lo invadían nuevamente, como lo hacían cada vez que terminaba un día. Había sido una boda bonita, eso no lo iba a negar, y estaba feliz porque sus sobrinos pudieran tener lo que él no tenía, pero al final del día se sentía solo y no podía borrar lo mal que se sentía consigo mismo. Quizás siempre estaba bromeando y pareciendo un bufón, pero en el fondo sabía que lo hacía para evitar la horrible verdad de su vida, él era una basura y eso nada ni nadie lo podía cambiar.

Lo peor de todo es que siempre terminaba haciendo todo mal con sus hijos y con Helaena, aunque se esforzara porque todo fuera mejor. No sabía cómo ser un padre cariñoso y amable, un ejemplo a seguir para sus hijos, no podía ser eso. No sabía como ser un buen esposo, no era lo que Helaena necesita ni mucho menos lo que quería. No sabía como dejar de beber y lo peor, la noche anterior había comprobado que no podía dejar de sucumbir ante los deseos.

Suspiró pesadamente después de dejar pasar el vino por su garganta mientras miraba fijamente por la ventana y veía a los dragones volar por los cielos. Sunfyre sobrevolaba el lugar con Vermax a su lado. Curioso, pensó, curioso que ahora sus dragones se notaran tan unidos como sus jinetes. Rió un poco por la ironía que significaba eso. Nunca antes pensó que podría ser tan cercano a Jace o cualquiera que tuviera que ver con la familia de su hermana mayor. Pero ahí estaba, bebiendo el poco vino que quedaba después de la celebración de la boda de Lucerys con Rhaena, con Rhaenyra como Reina y con su familia unida. ¿En qué momento su mundo cambió tanto?

Y luego, por supuesto, estaba Cregan Stark, con su horrible sentido del deber, con sus comentarios para apaciguar las discusiones entre él y su sobrino, con su incomodidad cuando Aegon le coqueteaba en broma. El trío icónico, pensaba Aegon. Jace, Cregan y él eran lo que él siempre buscó en amigos. Pero ya la había cagado, y la había cagado hasta el fondo.

Un ruido llamó su atención y lo hizo voltear buscando a quien lo estaba espiando. Una sonrisa de curvó en sus labios al ver a ese hombre parado frente a él.

- Lord Stark - dijo levantando su copa en dirección al hombre que lo miraba con vergüenza.

Cregan movió sus manos nervioso y se paró delante de él.

- Príncipe Aegon - dijo haciendo una inclinación de cabeza.

- Pensé que habíamos dejado atrás las formalidades - dijo Aegon riendo mientras bebía más de su copa y lo miraba fijamente.

Cregan tenía los ojos más oscuros de lo normal, y era como si la culpa lo esuviera consumiendo por dentro. Porque al igual que Aegon también sabía que la había cagado.

- Ha sido una linda boda ¿no crees? - dijo el príncipe sirviendo más vino en su copa.

- Aegon...

- He de admitir que pensé que Daemon mataría al niño por llegar tarde, pero ha salido muy bien...

- ¡Aegon! - dijo Cregan alzando más la voz para que el idiota le prestara la atención que requería en ese momento.

El príncipe lo miró por un momento, dudando si quería hablar de lo que ambos sabían, o si siguiría fingiendo que nada había pasado.

- Volveré al norte - dijo de golpe, la copa de Aegon cayó al suelo - Mañana mismo.

- Oh - dijo él.

Ambos se miraron por un momento, sin saber qué decir, incómodos entre sí por toda esa situación.

No es que Aegon se arrepintiera de lo que había pasado la noche anterior, solo había sido algo pasajero, como muchas veces lo había hecho con otros hombres y mujeres. Pero se sentía culpable, porque en cierto modo había prometido cambiar, por Helaena, por sus hijos, por todo el mundo. Y aún así tenía los recuerdos borrosos de Lord Cregan Stark estampando sus labios contra los de él en el bosque mientras ambos se quitaban la ropa. No era un recuerdo vivo, no sabía hasta qué punto habían llegado con eso, pero ahí estaba, y Aegon ya estaba seguro que Cregan también lo recordaba.