Capítulo 31

5.7K 595 218
                                    



Rhaenyra había mandado a hacer un vestido para su futura nuera. Un vestido con los colores Targaryen. Había quedado muy conforme con el resultado y se lo entregaría como un regalo de bienvenida oficial a la familia. Supuso que estaría en su habitación ya que la buscó con Helaena y no estaba ahí, y Aegon, que para su sorpresa, estaba pasando tiempo con su esposa e hijos, le insinuó que se había ido a su habitación y los había dejado solos.

- Lady Daena, ¿se encuentra ahí? - preguntó al golpear la puerta y la chica casi al instante la abrió.

- Buenas tardes, Princesa - dijo haciendo una pequeña reverencia - ¿Se le ofrece algo?

- Oh linda, no necesitamos tanta formalidad - le dijo Rhaenyra ingresando a la habitación con la caja del vestido en sus manos - Ya seremos familia.

- Está bien - dijo ella sonriendo.

- Traje esto para ti - le dijo dejando la caja en la cama - Es un pequeño regalo para ti.

Daena se asombró de que la princesa heredera al trono se tomara las molestias de buscar un regalo para ella. Pero en cuanto abrió la caja y vio el hermoso vestido que combinaba a la perfección los colores negro y rojo y que tenía dos hermosos broches de dragón en los hombros, comprendió que quería decir con eso. Ahora era parte de su familia.

- Lo prometido es deuda - le dijo la princesa sonriendo.

- Es hermoso - le dijo observando el vestido - Se lo agradezco mucho.

- Yo te agradezco que hagas feliz a Jace - me dijo suspirando - Sé que exijo mucho de él y que siente un gran peso sobre sus hombros, quizás si yo... bueno, si las cosas no hubieran sido de cierta manera en mi juventud... él no se sentiría de esa manera.

Daena la observó un momento. Se sentía culpable, se sentía culpable de que sus hijos fueran bastardos y que estuvieran marcados por eso toda su vida. La chica tomó su mano y la apretó con fuerza.

- No debe pensar eso, princesa - le dijo intentado darle ánimos - No creo que Jace sienta algún resentimiento hacia usted.

Rhaenyra intentó sonreír y asintió con la cabeza.

- Lo haces feliz - le dijo en un susurro - Jace siempre ha sido, bueno, bastante apegado al deber y a sus obligaciones. Creo que antes de venir acá y conocerte nunca lo vi disfrutando de ser él mismo, es más auténtico cuando estás a su lado.

Daena no supo que decir. Simplemente sonrió por eso, porque ella también lo notaba. Y ella también era mejor cuando estaba con él.

- Bueno, tendremos mucho tiempo para conversar después. Supongo que debes alistarte para la cena - dijo poniéndose de pie.

- Oh, sí - dijo ella un poco incómoda - Yo... me gustaría usar el vestido en la noche, pero mi tía ya me ha dado uno.

Rhaenyra rió.

- Ese vestido es para un momento especial - le dijo con dulzura - Ya llegará el momento cuando podamos hacer público el compromiso.

Ella asintió y luego vio como su futura suegra salía de la habitación. Era una mujer tan agradable, tan cercana, que Daena solo pensaba que podría ser una buena reina. Quizás le faltaba conocer más a su pueblo, pero Jace y ella siempre serían fieles consejeros de ella en su reinado, de eso estaba segura.

Ya estaba anocheciendo y la chica estaba aburrida. Helaena había estado ocupada toda la tarde, Aegon le había pedido que por favor los dejara y ella no entendía que tanto tenían que hablar ya que generalmente, aunque estaban casados y tenían hijos juntos, se evitaban. Pero ella había visto la mirada de su prima más perdida de lo usual y quizás por primera vez en su vida, su esposo la había notado también.

Dutty | Jacaerys Velaryon Where stories live. Discover now