Desde un inicio [João Félix]

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Por fin consigo cerrar las maletas. Se me ha hecho muy difícil hacerlas ya que aquí en Madrid hace frío y en Doha hace un calor increíble, no sabía qué meter en ellas.

Cuando decido que están perfectas, camino hacia mi vestidor y me quedo quieta mirando toda la ropa colgada.

¿Qué se supone que tengo que ponerme yo ahora?

Me decido por un vestido precioso de flecos en color rojo.
Ya que allí hace calor, es mejor que sea de tirantes. ¿No?

Me pongo unos botines blancos y de bolso llevo mi LV grande, para meter cosas que no me entran en las maletas.

Me peino, colonia, un poco de rímel y un pinta labios color nude.

Me miro al espejo y suspiro.

No sé si estoy haciendo bien yéndome a Catar.
Sé que es una oportunidad única e inigualable pero.., ¿y si no resisto las criticas y vuelvo a recaer?

Joder, no podría soportarlo.

Decido dejar de pensar en ello y bajar las escaleras con las maletas, obviamente de una en una, no soy hulk.

Cuando ya están todas abajo, veo que la casa está muy triste.
Ya hace tiempo que João se ha ido con el equipo.

No le he dicho que me iba, por miedo a la reacción que pudiera tener o por si se lo cuenta a mis padres, ellos nunca me han apoyado en mi decisión de estudiar periodismo deportivo.
Pero seguramente ya se den cuenta cuando hoy me vean en la televisión, siempre ven los partidos de João, y luego lo llaman para solo decirle lo que ha hecho mal. Son unos hijos de la gran puta.

Bueno, está claro que en esta casa no van a entrar.

Nota mental: comprar decoración para esta casa.

Abro la puerta y con las llaves de mi coche abro el maletero de este último.
Empiezo a meter las maletas como puedo, ¿llevan piedras o qué?

Y cuando ya está todo, entro otra vez en casa.
Activo la alarma, cierro todas las persianas y apago todas las luces. Por último cierro la puerta principal con todos los cantados, que no sé por qué João pone tantos, y me subo al coche.

De camino al aeropuerto pienso en mis cosas mientras en la radio suena Lady Gaga.

(...)

Quiero gritar, llorar, reír, dormir, comer, quiero hacer demasiadas cosas.
Acabo de llegar al hotel que me han asignado aquí en Doha. Me han dicho que es el mismo que el de un equipo, pero no me han dicho cuál.

En fin, dejo todas las maletas en mi habitación y bajo a recepción. Me han citado aquí los colaboradores para explicarme todo el rollo que vamos ha hacer mañana.

Espero unos minutos y al fin llegan. Esta gente puntualidad cero.

—Hola preciosa.— dice un chico con voz muy chillona. Creo que es gay.